Pol López protagoniza ‘La furgo’: “El arte es el único lugar que me interesa”

Pol López protagoniza ‘La furgo’: “El arte es el único lugar que me interesa”

La Furgo

Aunque lleva años triunfando en el teatro, su salto a la pantalla lo vivimos con Suro y más recientemente con la serie Nos vemos en otra vida. Gracias a eso llega su primer gran protagonista en la tierna La furgo, de Eloy Calvo, adaptación del cómic homónimo de Martín Tognola y Ramon Pardina.

Su deseo de ser actor nació viendo cine de niño, pero fue el teatro, ya de adolescente, lo que le acabó de enganchar a la profesión. Mientras estudiaba, iba constantemente a ver obras, y al acabar formó su propia compañía, La Solitària, con algunos compañeros.

Pol López (Barcelona, 1984) encontró el éxito antes en el teatro, pero desde Suro (2022) y Nos vemos en otra vida (2024), su nombre y rostro han ido haciéndose un hueco cada vez más grande en la pantalla que confirma su protagonista en La furgo (estreno en cines 20 de junio), donde interpreta a Oso, un hombre que vive en su vehículo, sorteando la crisis inmobiliaria con imaginación, sus dibujos y una red de gente también en los márgenes de la ciudad.

Creo que pensaron en ti desde el principio para el personaje. No sé si conocías a los productores o al director o tuvo que ver el momento de mayor visibilidad que estás viviendo en los últimos años.

Puede ser… Yo no los conocía de nada, Eloy me habló del proyecto, me mandó el cómic y me gustó mucho. Él me había visto en Suro y me venía a ver mucho alteatro. Yo he actuado mucho aquí, en Barcelona, desde hace 15 años.

¿Conocías el cómic? ¿Qué te gustó de la historia?

Lo conocí ahí, leo novela gráfica y me sonaba de haberlo visto por librerías. El tipo de dibujo me encantó, me entró mucho por los ojos. Me pareció un cuento hermoso, sutil, que habla de la realidad cruda, pero con humor, con gracia y me pareció elegante y hermoso. Pensé que era bonito formar parte de llevar al cine esta historia. Me encanta que pasen estas cosas: Martín (Tognola) hizo el cómic sin pensar en nada de esto y la gracia es que Eloy se enamoró del cómic y de pronto se convierte en algo tangible.

¿Desde el principio Eloy tenía esa idea de incluir animación?

Hablando con él, llegamos a la idea de que a Oso le gustara mucho dibujar, porque es como una ventana al mundo onírico e imaginativo que es muy importante para mostrar su lado más naíf y tierno, es la conexión con su hija, pero a la vez también es como una cortina para tapar todos esos temas que no resuelve.

Los dibujos, la furgo… Es su forma de esconderse y también de rebelarse contra la crisis de la vivienda que estamos sufriendo… Oso es un personaje singular, que tiene problemas, pero no pide ayuda…

Sí, esto siempre le ha pasado a las personas y a los hombres, a lo mejor, más. Él se ha ido haciendo esta cueva, porque es una manera contestataria de hacerse su sitio, pero sin grandes discursos, que a mí me parece bien. Dice: “Mira, yo puedo vivir en la furgoneta dentro de la ciudad” y abre ese discurso sobre la propiedad, sobre cómo ocupar el espacio en ciudad, que me parece interesante, pero a la vez también lo está haciendo por pura necesidad sin reconocerlo. Y me gustaba esa dualidad, a veces dice que le gusta vivir ahí, aunque en realidad querría otra cosa porque también está su hija. Me gustaba ese filo de la navaja en el que vive entre la precariedad y a la vez es hermoso que intente vivir así.

La película tiene mucha carga política, es cine social, pero sin dejar de ser un tierno cuento para la familia.

Sí, yo creo que cualquier película que haga una persona siempre va a ser social, si el entorno es con personas es así… Otra cosa es que pongas unos temas delante de otros y les des cierta relevancia.

Pero no se deja llevar por el pesimismo de la crisis que cuenta, sino que se mantiene en un tono luminoso.

Sí, exactamente. No queríamos hacerla muy pesada, queríamos que la gente pudiera acompañar a estos personajes, sonreír con ellos y empatizar. Por eso, toda la problemática social creo que está contada con mucha sutileza. Y desde mi personaje yo intentaba que, como él está bordeando la depresión, que no cayera en un pozo. Su situación lo está llevando hacia allí, pero él se esfuerza en encontrar vidilla con los demás, con la gente que conoce en el barrio, sus amigos y va haciendo su red e intenta encontrar vida.

¿Qué te ha cambiado más en términos de visibilidad, Suro o la serie Nos vemos en otra vida?

A partir de Nos vemos en otra vida sí he notado que me conoce más gente, es verdad que me están llamando más, hay mucho interés en mi trabajo y eso es hermoso, lo estoy disfrutando porque entre los proyectos que vienen hay cosas muy interesantes.

Tú empezaste en teatro y has desarrollado tu carrera ahí, ¿el salto al cine y TV es algo que planeabas?

Donde primero observé actores o artistas que me fascinaran fue en el cine, así que siempre ha sido un sitio donde querer trabajar y aprender, pero entré en el teatro porque cuando lo descubrí se convirtió en mi vida. Ahora ha llegado esto y digamos que he fluido con ello yvoy a intentar seguir fluyendo, que es como lo más complicado en esta vida, pero voy a intentarlo [se ríe].

Tu personaje en La furgo parece frustrado por esa vocación o talento en el dibujo a la que no ha podido dedicarse, ¿lo entiendes? ¿Te planteas qué habría pasado si no hubieras podido ser actor?

Yo no me puedo imaginar mi vida dedicándome a algo que no tenga que ver con el arte, es el único lugar que interesa, lo demás me parece tedioso y triste, así que lo entiendo perfectamente.

Por suerte, él tiene otras habilidades, es muy manitas, que ha ido desarrollando probablemente por necesidad.

¿Nunca tuviste plan b entonces?

Por necesidad, evidentemente, haría lo que tuviera que hacer, pero no me lo imaginé nunca, porque desde bastante pequeño supe que me interesaba la interpretación. Y hay esta cosa de estar en el lugar adecuado, sí, pero yo siempre he estado ahí currándome todo también para gozarlo porque no puedo hacerlo de otra manera

Fotos: Getty Images

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