23 años después de la trilogía de Peter Jackson, el universo de J. R. R. Tolkien vuelve a ‘animarse’ en El señor de los anillos: La guerra de los Rohirrim, dirigida por Kenji Kamiyama y con parte del equipo creativo del cineasta neozelandés.
Por Pelayo Sánchez
No es la primera vez que el inabarcable universo de Tolkien es llevado al cine con los códigos propios del cine de animación. 23 años antes de que Peter Jackson se armase de valor para trasladarlo a la pantalla a principios de siglo (difícil hazaña que terminaría por concretarse en tres excelentes largometrajes de acción real), la emblemática trilogía de J. R. R. Tolkien ya había contado con una adaptación animada. Aquel filme, que concretaba en poco más de dos horas La comunidad del anillo y casi la totalidad de la segunda entrega, Las dos torres, corrió a cargo de Ralph Bakshi, gran pionero de la animación estadounidense para adultos y responsable de películas underground de culto rebosantes de erotismo, drogas y humor negro como El gato Fritz (1972), American Pop (1981) o Cool World (1992). Película de culto a día de hoy, la adaptación de Bakshi, aunque tildada por muchos de embarullada e insuficiente, puso una primera piedra imprescindible para entender mejor el diseño visual de un mundo imaginario poblado por elfos, uruk-hais, enanos, hobbits y dragones, entre otra infinidad de criaturas.
Ahora, dos décadas después de las adaptaciones de Jackson, indudablemente convertidas en canon definitivo de la Tierra Media, el universo de Tolkien regresa a la animación en El señor de los anillos: La guerra de los Rohirrim, largometraje con las hechuras propias del anime que funciona como precuela de los clásicos modernos estrenados a comienzos de 2000.
Esta nueva película aborda la historia no contada hasta el momento del Abismo de Helm, centro defensivo del Folde Oeste del reino de Rohan, y tiene lugar unos cientos de años antes de la mítica batalla recogida en la segunda película de la saga. El relato sigue los pasos de su fundador, Helm Hammerhand, noveno rey de Rohan, apodado Mano de hierro.
La sinopsis oficial de la película cuenta lo siguiente: un ataque repentino de Wulf, un astuto y despiadado caballero de Dunlending que busca venganza por la muerte de su padre, fuerza a Helm y a su pueblo a presentar una audaz última resistencia en el antiguo recinto fortificado del Hornburg, una poderosa fortaleza que más tarde será conocida como la Cuesta de Helm.
Encontrándose en una situación cada vez más desesperada, Héra, la hija de Helm, debe convocar la voluntad para liderar la resistencia contra un enemigo mortal que busca su total destrucción. En la batalla que todos conocemos, una de las más grandes y crueles de la Guerra del Anillo y que tanto Jackson como Bakshi pusieron en pantalla en sus respectivas películas, las fuerzas de Rohan trataban de frenar el asedio del ejército de Isengard, compuesto por más de 10.000 soldados entre uruks, orcos y huargos.
El objetivo de Saruman el Blanco, líder de dicho ejército, era dejar reducido a cero el pueblo de Rohan, eliminándolo como posible aliado de Gondor. Sin embargo, no lo consiguió: pese a ser muy superiores en número, los de Isengard fueron derrotados gracias a la excelente defensa de la fortaleza, la valentía demostrada por los hombres de Rohan, la inesperada participación en la reyerta de las criaturas arbóreas conocidas como ucronos y, cómo no, la triunfal entrada en escena de Gandalf el Blanco.
El nuevo filme, que promete ampliar el universo de la saga poniéndonos en antecedentes, está dirigido por Kenji Kamiyama, reputado animador japonés responsable de las series Ghost in the Shell: Stand Alone Complex (2002) y Blade Runner: El loto negro (2021), spin- offs de sendas sagas de ciencia-ficción.
Ahora, con La leyenda de Rohirrim, el cineasta echa a un lado la ciencia-ficción futurista y distópica para viajar al pasado en un contexto de fantasía medieval.
La producción ha corrido a cargo de Philippa Boyens, integrante del equipo de guionistas de las trilogías de Peter Jackson, El Señor de los Anillos y El Hobbit (además de ganadora del Oscar por El retorno del Rey), y de Jason DeMarco y Joseph Chou, que ya habían colaborado con Kamiyama en Blade Runner: El loto negro. Como productores ejecutivos figuran, junto a Jackson, su esposa y coguionista Fran Walsh (que le acompaña en la escritura desde su segundo largo, El delirante mundo de los Feebles, de 1989), además de Sam Register, Carolyn Blackwood y Toby Emmerich. Regresan a La guerra de los Rohirrim también otros nombres fundamentales de las películas originales, como los ganadores del Oscar Alan Lee (director de arte) y Richard Taylor (figurinista) o el ilustrador de Tolkien, John Howe.
© REPRODUCCIÓN RESERVADA