Adolescencia, la aclamada miniserie de cuatro capítulos creada por Stephen Graham que acaba de aterrizar en Netflix, acapara cada vez más la atención de los espectadores, consolidándose como uno de los programas de televisión del momento.
La serie dirigida por Philip Barantini consigue crear una notable implicación en el espectador gracias a la elección -muy acertada- de contar la historia mediante el uso continuado de un plano secuencia, rodando cada episodio en una sola toma. Un enfoque creativo que se adapta especialmente bien a la trama de la serie y que amplifica aún más el tono dramático de los acontecimientos que en ella se narran.
Adolescencia se centra en la detención de Jamie Miller (Owen Cooper), un chico de 13 años, que es arrestado repentinamente por asesinar brutalmente a una chica de su edad a la que luego da por muerta en un aparcamiento. El joven es detenido por la policía, junto a su padre Eddy (Stephen Graham), que aunque consternado por los hechos intenta consolar a Jamie mientras la policía le interroga y busca sus huellas dactilares.
Muchos se han preguntado si la historia de Jamie está basada en un hecho real. Aunque Adolescence se inspira claramente en estadísticas reales sobre la delincuencia juvenil y su nociva radicalización a través de las redes sociales, la serie no es una adaptación de un caso noticioso real. Sin embargo, sí se inspira en delitos reales cometidos por menores, tal y como contó el propio Stephen Graham durante TUDUM:
«Hubo un incidente en el que un chico -supuestamente- apuñaló a una chica. Me impactó. Pensé: ‘¿Qué está pasando?¿Qué está pasando en una sociedad en la que un chico apuñala a una chica hasta matarla?¿Cuál es el factor instigador en este caso?». Y luego volvió a ocurrir, y luego otra vez. Realmente quería arrojar luz sobre este tema y plantear la pregunta «¿Por qué está ocurriendo esto? ¿Qué está ocurriendo? ¿Cómo hemos llegado a esto?».
El director Philip Barantini se hizo eco de las palabras del showrunner citando la escalada de crímenes de género en el Reino Unido, donde los autores son casi siempre chicos jóvenes como el protagonista Jamie que acaban atacando a sus compañeras movidos por una rabia misógina.
Un aspecto que en Adolescencia se toca durante el interrogatorio de Jamie, cuando éste regurgita una visión extrema y problemática del mundo que le rodea sin comprenderlo realmente.