Richard Linklater estrena su homenaje a Godard y el cine en Nouvelle Vague, sobre cómo se rodó Al final de la escapada.
El amor que un director como Richard Linklater siente por el cine no hacía falta explicarlo. Lo sabíamos desde hace mucho. No es sólo por las películas que ha hecho hasta ahora, si no por su trabajo por el cine, por las salas, por descubrir cine a jóvenes en Austin, su ciudad.
El director texano descubrió a la Nouvelle Vague en sus primeros años de universidad y gracias a ellos decidió dirigir su impulso creativo hacia el séptimo arte. Era cuestión de tiempo, según cuenta, que les rindiera su particular homenaje. Fue tras la muerte de Jean-Luc Godard en 2022 cuando empezó a asentar esta película, Nouvelle Vague, que se ha estrenado en Sección Oficial a competición en el Festival de Cannes.
“La película del futuro será un acto de amor”, dijo François Truffaut y desde esa frase (y muchas más) partió Linklater para adentrarse en Godard y el rodaje de su primera película, Al final de la escapada. Rodada con libertad absoluta, en muchos casos, sin fe en lo que estaban haciendo, sin tener claro que aquello revolucionaría el cine para siempre.
Linklater construye un guion después de empaparse de todo lo que rodeó al rodaje y también a aquellos años de la Nueva Ola francesa… Están por ahí todos sus protagonistas y también muchas de las frases y definiciones con las que defendieron su forma de ver el cine y lo cambiaron para siempre.
Zoey Deutch es la única cara conocida y nombre americano de un reparto francés. Interpreta a esa Jean Seberg incrédula, convencida de que aquella aventura basada en la improvisación absoluta, sin guion, no iba a salir bien.
Junto a ella Aubry Dullin es el siempre sonriente y divertido Jean-Paul Belmondo que confió ciegamente en Godard, pero pensando que la película ni siquiera llegaría a ver la luz.
Guillaume Marbeck es Godard, siempre con sus gafas de sol puestas, fumando, lapidando con ironía, maltratando con sarcasmo… pero sabiéndose ya el genio que demostró ser.

®JeanLouisFernandez-
Nouvelle Vague no es un remake, es cine dentro del cine, una película sobre cómo se hizo Al final de la escapada, intentando imitar todo por lo que el reducido equipo pasó a finales de los 50, en blanco y negro, las cámaras… Aunque, ellos sí tenían sonido, ellos sí tuvieron que añadir elementos de época para hacer una película hoy tal y como la hicieron entonces.
La película más abiertamente disfrutable de lo que llevamos de Cannes, que Linklater claramente se ha planteado como una presentación de Godard y cía y de todo lo que hicieron por el cine, explicativa para quienes no los conocían y llena de guiños para los que sí… Con nostalgia, claro, pero sin resultar pesada en ningún momento.
Un devoto acto de amor hacia todo el que hace cine, del productor al operador de cámara, director, actores…