La versión en acción real del ya clásico de animación Cómo entrenar a tu dragón gustará a admiradores y ganará algunos nuevos.
★★★½
Quince años después del estreno de la primera película de animación –a la que luego siguieron dos secuelas y una serie de televisión–, Cómo entrenar a tu dragón regresa en acción real (en parte, claro, los dragones…) para sumarse a esta ola de seguir exprimiendo las historias y personajes que fueron y siguen siendo un éxito. Dicho esto, y aceptando que esta moda (mientras sigue sumando millones como está haciendo Lilo & Stitch) no va a desaparecer, hacer un remake con actores de carne y hueso de este filme era de las mejores opciones e ideas que tenía DreamWorks en su cartera.
La amistad del delgaducho y aparentemente miedoso vikingo Hipo con el supuestamente mortal dragón Furia Nocturna, al que él bautiza Desdentao, tenía buenos ingredientes para transformarla en una aventura de fantasía. El estudio, además, se cubrió bien las espaldas poniendo al frente al director de la original, y un nombre relevante de la animación, Dean DeBlois, para que fuera capaz de sacar partido a cada detalle. Y así ha sido.
Hay pequeños cambios en la historia (más desarrollo del personaje de Astrid, interpretada por Nico Parker), pero suficientes para atraer a quienes hayan visto el filme infinitas veces sin decepcionarles e interesantes para quienes se acerquen a ellos por primera vez. ¿Y ese es el objetivo de estos remakes, no? Cumplido pues.
Los valores por los que Cómo entrenar a tu dragón destacó en su momento siguen presentes y quizá aún más vigentes. Hipo, un protagonista que rehúye de la violencia e inundado por la empatía se acerca a quien debía ser su enemigo. La amistad, el valor, la lealtad. Las emociones siguen muy a flor de piel y si algo se le puede achacar es que parece tomarse más en serio que la original animada. En esta versión, los dragones y sus peleas son muy reales, muy serias, con su momento kaiju e incluso algún susto.
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