Crítica: ‘Titina’

Titina

★★★/★★★★★

Este viernes llega a las salas de cine Titina, de la directora noruega Kajsa Næss. La película está basada en hechos reales y narra la historia de la expedición en dirigible hacia el Polo Norte en los años 20.  En la embarcación se encontraban el explorador noruego Roald Amundsen y el aviador italiano Umberto Nobile, así como la mascota canina de este último, Titina.

Una nueva muestra de la destreza de la animación europea para elaborar las historias infantiles también aptas para toda la familia. Se trata del relato del gran viaje de estos exploradores cuando aún ningún ser humano había alcanzado el Polo Norte.  En esta gran conquista de lo que parecía imposible les acompaña su mascota.

El diseño artístico apuesta por el más puro estilo noventero sin renunciar a la calidad de los recursos actuales. Trazos simples y sin alardes que nos recuerdan a los cuentos clásicos. Un estilo tradicional que podría parecer limitante, si no fuera por el gran punto fuerte de la película: la animación se acompaña de fotos y vídeos de la expedición real, lo que dota a la narración de un estilo cercano a la crónica.

A pesar de que la elección de una animación más elaborada podría haber ofrecido secuencias trepidantes a bordo de este dirigible, las imágenes de los paisajes noruegos de los años 20 ofrecen unas vistas privilegiadas bañadas con una luz nórdica que nos transporta Polo a medida que avanza la historia.

Titina es un diario de viaje con intervenciones documentales que dotan a la película un valor diferencial digno del interés de cualquiera que quiera embarcarse en esta aventura con sus protagonistas.

Documentar esta historia en forma de animación permite a su directora profundizar en la relación de los dos exploradores e invita a imaginar como fue esta relación de amistad y desencuentros hasta el final de sus días.

Más allá de los dos protagonistas, Titina es una carta de amor a su fiel compañera de viaje.

Lo mejor: Las imágenes de archivo de la expedición real

Lo peor: Optar por trazos simples puede limitar el potencial de los paisajes y el relato de la aventura en dirigible.

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