Robbie Williams, el artista que ha roto todos los récords (y quizá todas las reglas) del panorama musical contemporáneo, y que hoy es el artista británico de más éxito de todos los tiempos, ya sea por los millones de discos vendidos, los singles y álbumes que han alcanzado el número uno en las listas de éxitos o el impresionante número de entradas vendidas en su larga historia de conciertos (uno de ellos, el de Knebworth Park en 2003, que sigue siendo el mayor espectáculo en directo jamás organizado en el Reino Unido), presenta Better Man, el sorprendente biopic dirigido por Michael Gracy que se estrena hoy.
Por Marta Zoe Poretti
Robbie Williams habla una vez más abiertamente, sin titubeos y sin filtros sobre el lado oscuro de su persona y de su éxito: de la depresión a los trastornos mentales y los desórdenes alimenticios, pasando por las adicciones al alcohol, las drogas, el sexo compulsivo y la comida, pasando por la dismorfofobia que le atormenta desde que no era más que un niño. Uno de esos chicos aparentemente sin perspectivas ni medios de Stoke-on-Trent, una pequeña ciudad inglesa de poco más de 250.000 habitantes que él mismo describió como un simple agujero de mierda.
Y así, a través de esta extraña especie de musical autobiográfico híbrido, a la vez hilarante y conmovedor, se reintroduce ante el amplio abanico de fans, haters y detractores por igual, eligiendo el punto de vista de su verdad personal, única y desarmante, paradójicamente revelada por la máscara, el rostro y la semejanza de un Mono, creado con un proceso combinado de efectos analógicos y CGI. «No lo hice por una forma de empatía y altruismo. Vivo de la atención, sin atención no sería nada. El hecho de que la gente pueda identificarse con mi historia y que esto pueda ayudar a otros es un efecto secundario del narcisismo», explica Robbie Williams con su proverbial toque de autocrítica y humor negro.
¿Por qué el mono? «Soy un salvaje, siempre me he visto como un primate. Así que puedes ver a Robbie exactamente desde la perspectiva desde la que él se veía a sí mismo. El cuerpo siempre ha sido la fuente de la enfermedad mental para mí. Siempre he sido adicto, propenso a todo tipo de adicciones y siempre he luchado con el tema del peso y la comida. He acabado con el alcohol, he acabado con las drogas, también he acabado con el sexo. prosigue la estrella del pop, entre las risas y el entusiasmo de los periodistas que se agolpan en la sala, y luego retoma una verdad personal particularmente densa y oscura: «Pero siempre he estado en guerra con mi cuerpo. Esta neurosis sigue conmigo hoy en día. Mis problemas de peso y esta batalla entre mi cuerpo y yo nunca han terminado, ¡aunque hoy soy condenadamente sexy! Incluso ahora mi cuerpo sigue siendo una fuente de mucho sufrimiento y dolor para mí».
Antes, Robbie Williams, ya había aclarado aún más las razones y el espíritu de su película Better Man: «En los últimos años hemos visto muchos biopics, pero si esta nueva moda ya cansa, es porque cada vez se ven más películas biográficas esterilizadas… edulcoradas, limpiadas. Yo no quería eso. Nuestro biopic no está en absoluto depurado, ni siquiera en los puntos en los que quizá debería haberlo estado».
«Sé que si no hubiera habido mono, esta sala no estaría hoy tan llena de periodistas. Pero esta película cuenta la historia desde la perspectiva de Robbie. Ahí está toda mi honestidad, mi autenticidad y mi tendencia a compartir más de la cuenta», continúa. «Para mí fue una experiencia realmente liberadora. Por supuesto, si es un éxito, bien. Pero si no lo es, será lo contrario de una liberación. Seguirá yendo cuesta abajo, más años de psicoterapia«.
«Para mí, sin embargo, es normal decirme a mí mismo a este nivel de autenticidad, estoy ‘en el espectro’. La sinceridad más radical es en realidad un lenguaje familiar para mí. Sin embargo, lo que me resulta desconocido son las entrevistas. Cuando me señalan esto, me provocan una crisis existencial dentro de otra crisis existencial. Pero afortunadamente Michael se ha encontrado con una figura pública dispuesta a compartir al máximo tanto su lado negativo como su lado positivo. Quizá la gente esté desesperada precisamente por eso. Este nivel de autenticidad llevado al extremo del que nunca se nos habla según el lenguaje de los medios de comunicación», nos explica el icónico antihéroe pop británico dejándonos perplejos una vez más por su valentía al desnudarse tan completamente.
Y así, aunque pocos, prácticamente ninguno de aquellos jóvenes apodados Northern Scum a principios de los noventa parecían capaces de aspirar a semejante éxito, Robbie Williams con Better Man opta por primera vez por rasgar totalmente el velo que separa la verdad pública de la privada, o quizá la que separa el backstage metafórico y material del frente del escenario, con la ayuda de un excelente director y guionista británico, Michael Gracy: «Nos conocimos en una fiesta y enseguida pensé que era un ser humano fascinante. Por alguna razón nuestros pensamientos se combinaron y empezamos a imaginar esta película«, relata la estrella.
Mientras su fiel amigo cineasta, sentado a su lado, continúa: «De una forma u otra se ha convertido en parte de mi vida. Rob me ayudó de una manera increíble a hacer mi primera película, El gran showman. Hugh Jackman estaba tan enamorado de él que lo decía en cada oportunidad. Después de escuchar la banda sonora del musical no estaba del todo convencido. Pero al final Robbie grabó un vídeo para Hugh, asegurándole que la película era genial. Si cuando volé a Los Ángeles aceptó el papel protagonista ahora dice que el mérito es sólo suyo, ¡porque fue él quien realmente hizo el lanzamiento!».
El director de Better Man, Michael Gracy, nos cuenta otra historia, una anécdota sobre una de las secuencias más sorprendentes del musical: «Regent Street es el número más difícil que he rodado como director, llevó un año y medio de preparación. Cerramos la calle al tráfico y ensayamos durante una semana con quinientos bailarines, los clásicos autobuses rojos londinenses de dos pisos, taxis, todo el equipo de rodaje. Cuando por fin estábamos listos para rodar, falleció la reina Isabel II». «La carretera estaba cerrada por el funeral. Ya no teníamos fondos para volver a rodar esa secuencia. Una tragedia absoluta. El seguro no te cubre este tipo de imprevistos: ‘la Reina ha muerto’. La nuestra es una película independiente. Así que tardamos otros cinco meses en reunir el dinero y volver a Regent Street para rodar de nuevo este número de baile y canción. Que ahora se pueda ver esta secuencia es un milagro».
Con el documental de Netflix Let Me Entertain You en 2023, Robbie Williams ya nos había contado su lado más íntimo, incluyendo una serie de revelaciones sin precedentes, desde cotilleos sentimentales (véase la entrada de la ex Spice Girl Geri Halliwell) hasta escándalos que relataban una vida aparentemente marcada por los excesos, la imprevisibilidad y la ira. Y sin embargo, incluso quienes creían saberlo ya todo sobre él, con Better Man se enfrentarán a una apretada serie de nuevas verdades. Incluida la versión detallada, nunca realmente revelada, de la ruptura que conmocionó a los jóvenes fans del mundo: no fue exactamente Robbie Williams en 1997 quien abandonó Take That. Por mucho que tuviera que aceptar ser violentamente atacado por los medios de comunicación como el chivo expiatorio, la piedra del escándalo: la causa de la ruptura de la banda.
«Cuando Robbie era niño, sólo los famosos acababan bajo el escrutinio de los demás. Damos las gracias a las redes sociales, pero hoy en día a muchos jóvenes les ocurre que se les ponga en el punto de mira de esta manera y es muy, muy peligroso. Muchos jóvenes no se sienten cómodos con la idea de hablar con sus amigos o familiares sobre este tipo de molestias. Por eso creo que esta es una película importante, al final verán un sitio al que pueden acudir si lo necesitan», añade el director Michael Gracy ya sin bromas, volviendo al lado más emotivo, conmovedor y profundo de este biopic, que también relata el abismo infinito de alcoholismo y drogadicción de Robbie Williams, sus ataques de depresión, sus insistentes pensamientos suicidas y todos esos comportamientos autodestructivos que le han acompañado desde principios de los 90, aquellos que en teoría representaron la cima de su éxito.
Y al relatar el ascenso, la caída y la ascensión de Robbie Williams, Better Man también presta especial atención a su tormentosa relación con su padre, un cantante e intérprete inglés desconocido para nosotros, así como al extraordinario vínculo afectivo con su madre y su abuela, que lo criaron prácticamente solas; y, por último, a su encuentro con su primer amor verdadero, la también joven estrella del pop Nicole Appleton, de All Saints.
Better Man llega a nuestros cines el 1 de enero de 2025. Te aconsejamos que no te la pierdas. Existe la posibilidad real de que pronto nos encontremos hablando de un biopic, un musical y una película autobiográfica capaz de destacar entre los mayores éxitos de la década.