John Turturro: el dolor de su papel en ‘La habitación de al lado’ de Almodóvar tras la muerte de un hermano

John Turturro

«¿Te aguantas o huyes?». pregunta John Turturro.

Cuando se trataba de su hermano Ralph, Turturro permaneció a su lado durante su lucha contra la enfermedad mental y su batalla contra el cáncer. Cada vez que Ralph se sometía a una nueva ronda de radiación, Turturro le ponía gafas de sol y un sombrero. «Para él era importante tener buen aspecto», dice.

Y se ponía un micrófono y hablaba con su hermano durante todo el tratamiento, adoptando distintas voces y personajes para mantener distraído a Ralph. «Me hacía pasar por Arnold Schwarzenegger, porque era el favorito de mi hermano», dice Turturro, que tiene 67 años. «Después de 12 sesiones, empezaba a quedarme sin material, pero me obligaba a seguir para ayudarle».

Ralph murió en 2022, a los 70 años, y la experiencia de cuidarle en ese último acto quedó grabada en la memoria de Turturro cuando asumió su último papel en La habitación de al lado, de Pedro Almodóvar. En ella, Turturro interpreta a Damian, un académico que ayuda a su amante, Ingrid (Julianne Moore), mientras ésta asiste a su amiga Martha (Tilda Swinton), enferma terminal que ha decidido suicidarse.

«El dolor forma parte de la vida», dice John Turturro, mirando con pesar su café expreso durante nuestra charla en una cafetería de Brooklyn.«Cuando te haces mayor, es más frecuente. No superas del todo la pérdida, así que no te queda más remedio que incorporarla».

La habitación de al lado también le dio la oportunidad de trabajar con Almodóvar, a quien Turturro conoció en Cannes cuando estaba allí con su debut como director en 1992, Mac, y el autor español era miembro del jurado «Seguimos en contacto, y siempre que me hablaba de una película que estaba escribiendo, yo le decía: ‘¿Hay un cameo para mí? Aprenderé español; haré de mudo. Lo que sea’».

Las barreras lingüísticas no fueron un problema en La habitación de al lado, el primer largometraje de Almodóvar en inglés. El papel era pequeño, pero Turturro sentía que podía hacer algo con él. Aunque bienintencionado, Damian es pomposo, consuela a Martha mientras le sermonea sobre cómo la incapacidad de la humanidad para frenar su huella de carbono ha hecho que el calentamiento global sea imparable – y la catástrofe ecológica inevitable. Es mucho.

«Lo entiendo», dice Turturro. «Si estás promocionando algo o dando conferencias, es difícil bajarse de ese tren.Cuando volvía a casa de un junket, mi mujer me decía: ‘Ya no estás de gira de prensa. Relájate’».

Turturro, mucho más apagado en la vida real que los incandescentes personajes que interpreta en películas como El gran Lebowski, no muestra signos de desaceleración. El año que viene volverá para la segunda temporada de Severance, un thriller sinuoso ambientado en gran medida en un lugar de trabajo mundano. A Turturro le encantó su papel de Irving, un zángano corporativo que se ciñe a la política de la empresa, aunque se resistiera a las limitaciones de estar en una serie de varios episodios.

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