El director madrileño nos habla de su octavo largometraje, Volveréis, que llega a los cines el 30 de agosto tras obtener el premio a la Mejor Película Europea en el pasado Festival de Cannes.
Por Nando Salvá
“Supongo que al hacerte mayor no te queda más remedio que reírte un poco de ti mismo y de tus neuras”, comenta Jonás Trueba para explicar por qué su nueva película es, de toda su filmografía, la más cómodamente instalada en el terreno de la comedia.
“Aunque debo decir que el género siempre ha sido fundamental para mí, porque mamé de él desde que era un niño, y creo que hay cierto humor en todo mi cine”. Premiada a su paso por el Festival de Cannes, en la Quincena de Cineastas, Volveréis se sirve del retrato de una pareja que toma la decisión de celebrar una fiesta para celebrar el fin de sus 14 años de noviazgo, frente al estupor de todos aquellos amigos y familiares a quienes les comentan la ocurrencia.
“Volveréis” es precisamente lo que muchos de ellos les replican, para subvertir las convenciones de la comedia romántica a la manera de Annie Hall (1977); dicho de otro modo, es a la vez la historia de una relación amorosa que se rompe y una reivindicación del romance como algo gozoso y necesario. “Me gusta la idea de la pareja”, confirma Trueba. “Y la lucha diaria de dos personas por mantenerse fieles la una a la otra, y por mantener viva la llama del amor, me parece muy bella. Reivindicar eso me parece provocador”.
Los personajes protagonistas de Volveréis, Ale y Álex –Itxaso Arana y Vito Sanz, también coguionistas junto a Trueba–son una directora y un actor, y su periplo no sólo incluye el rodaje de una película, sino también constantes alusiones al medio fílmico. “El cine suele ser un personaje más en las historias que cuento porque lo considero una herramienta esencial para percibir la realidad”, asegura el director.
“Para mí, no es una profesión, es una forma de estar en el mundo, de respirar, de pensar, de sentir, de compartir. A veces no sé distinguir lo que es cine de lo que no lo es, es casi como una enfermedad”. La nueva película, además, incluye en su reparto al propio padre de Trueba–Fernando, claro, director de Belle Époque(1992) y La niña de tus ojos (1998)–en la piel de un trasunto de sí mismo, y los diálogos que los personajes intercambian están llenos de referencias a autores como Ingmar Bergman y François Truffaut, menciones a películas como la trilogía de comedias de reconquista amorosa protagonizadas por Cary Grant–La pícara puritana(1937),Historias de Filadelfia(1940) y Luna nueva(1940)–y hasta citas al filósofo Stanley Cavell, que sostiene que el cine puede hacernos mejores.
“Estoy absolutamente de acuerdo con él”, asegura Jonás. “Las películas proponen nuevas maneras de pensar y repensar el mundo, son movimiento, y diálogo, y el tipo de discusión capaz de iluminarnos. Sí, por supuesto que el cine nos hace mejores”.
Fotos: Toni Galán-Getty Images
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