Kelly Rowland ha aclarado su encuentro viral con una empleada de seguridad en Cannes.
En declaraciones a Associated Press en un vídeo compartido en Instagram, la ex integrante de Destiny’s Child se reafirmó en su decisión de denunciar al empleado por supuesto maltrato. «La mujer sabe lo que pasó, yo sé lo que pasó», dijo. «Tengo un límite y me atengo a esos límites y eso es todo».
También señaló que había «otras mujeres que asistieron a esa alfombra que no se parecían a mí y no fueron regañadas ni empujadas ni se les dijo que se bajaran».
Rowland luego profundizó en lo que realmente sucedió en el clip, diciendo: «Yo me mantuve firme y ella sintió que tenía que mantener la suya». En el estreno el martes de Marcello Mio en Cannes, Rowland tuvo un tenso intercambio con una acomodadora, que no paraba de tocar el brazo de la cantante para meterla en el cine. La artista, enfadada porque la acomodadora traspasó sus límites físicos, reprochó el comportamiento de la mujer. Un experto en lectura de labios dijo a Page Six que Rowland parecía decirle al acomodador durante su intercambio: «No me hables así. No me hables así. No eres mi madre. Te he dicho que no me hables así».
Cuando la mujer se negó a retractarse de sus acciones, los compañeros de Rowland intervinieron defendiendo a la cantante. Sin embargo, el acomodador siguió empujando al grupo escaleras arriba del Palais des Festivals.
No es raro que la seguridad de la alfombra roja de Cannes sea estricta. Con una agenda apretada, suelen meter prisa a los asistentes para que las películas empiecen pronto, ya que hay múltiples proyecciones por noche. En 2018, Cannes prohibió los selfies en la alfombra roja para evitar que los invitados se quedaran fuera antes de las proyecciones. Quienes infringen esta norma suelen encontrarse con que les confiscan los teléfonos o con que el personal de seguridad les tapa los objetivos de la cámara.
