La nueva película de Russell Crowe, El Exorcista del Papa, no ha estado exenta de polémica. La Asociación Internacional de Exorcistas ha denunciado públicamente el estreno porque la consideran «ofensiva».
El Exorcista del Papa está basada en los archivos reales del padre Gabriele Amorth, el exorcista jefe del Papa interpretado por Russell Crowe.
En la película, el actor neozelandés explora un género poco presente a lo largo de su carrera. Su personaje investiga la posesión de un niño. Sin quererlo, el exorcista da con una antigua conspiración que el vaticano se esfuerza por ocultar a costa de todo.
Parece que a la Asociación Internacional de Exorcistas no le ha convencido el argumento. Por ello, han emitido un comunicado en el que explican que consideran el título «pretencioso». «La Iglesia Católica es entonces representada por un Papa igualmente poco fiable», denuncian.
La película cuenta la historia real de un exorcista italiano que terminó por convertirse en un personaje bastante popular por sus apariciones televisivas, una revisión de la historia que no ha gustado al colectivo de exorcistas y a la iglesia.
Según la Asociación, El Exorcista del Papa «no recuerda nada al perfil humano y sacerdotal de Armoth». Además aseguran que «tergiversa y falsea lo verdaderamente vivido».
Para acabar, la Asociación Internacional de Exorcistas lamenta en su comunicado que «El resultado final es inculcar la convicción de que el exorcismo es un fenómeno anormal, monstruoso y aterrador, cuyo único protagonista es el demonio; lo cual es exactamente lo contrario de lo que ocurre en el contexto del exorcismo celebrado en la Iglesia Católica».
La Asociación Internacional de Exorcistas fue fundada por el propio Gabriele Amorth en 1994 y fue inicialmente rechazada por el Papa Juan Pablo II.
La película llegó a los cines españoles el pasado 5 de abril.
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