La polémica suscitada en los últimos días entorno a la aclamada película de Studio Ghibli, El chico y la Garza, está en boca de todos. La enrevesada historia comenzó cuando la ilustradora colombiana Geraldine Fernández aseguró haber trabajado sola en los 25.000 primeros fotogramas de la multipremiada obra de Hayao Miyazaki.
La ilustradora apareció en vario medios de comunicación hablando sobre el proyecto, incluso, llegó a sugerir que asistiría a la ceremonia de los Oscar. Todo empieza con una charla en la Universidad Sergio Arboled, donde Fernández habló con los alumnos sobre su experiencia en la película.
Más tarde, y tras el éxito de la proyección en los Globos de Oro el pasado 7 de enero, concedió una entrevista en el diario El Heraldo donde aseguró: “Tuve que hacer más de 25.000 fotogramas, era hoja por hoja, escena por escena, todo a mano, algunas cosas eran digitales”.
Incluso el youtuber españo,Pablo González, conocido como Caith Sith, tuvo el placer de entrevistarla para su canal, aunque ha acabado desechando el contenido, ha compartido un pequeño fragmento. A medida que los medios comenzaron a hacerse eco de su figura, especialmente en su país, donde destacaban el triunfo del talento colombiano, empezaron a salir a la luz algunas incongruencias: la más llamativa es la ausencia de su nombre en los créditos finales. Fernández lo justificó con su trabajo como freelance y una cláusula de confidencialidad.
Poco a poco las redes empezaron a viralizar la historia y se llenaron de memes, ante la presión, la ilustradora ha acabado confesando en una entrevista en Blu Radio: “No es real que haya hecho sola los 25.000 fotogramas. Fue en equipo. Hice 200″. “Sí participé, pero exageré en muchas cosas”, ha lamentado.
Además, Fernández ha querido explicar que ella no quería reconocimiento y que fue una amiga quien habló con los periodistas: “Me arrepiento de todo. Hubiera preferido no haberles dicho a mis amigos, en especial a la que se tomó el atrevimiento de difundir la información”.
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