Al Pacino sufrió una lesión en el tobillo en el rodaje de El Padrino, de Francis Ford Coppola, y en sus nuevas memorias confiesa que se sintió aliviado porque podría haber sido despedido. En aquel momento, el estudio aún se cuestionaba si Pacino era el adecuado para interpretar al mafioso Michael Corleone, y el actor sintió una inmensa presión por hacerlo bien.
En un nuevo extracto del libro -titulado Sonny Boy– vía The Guardian, Pacino escribe que empezó a correr el rumor por el plató de que le iban a «dejar marchar». «Había malestar entre la gente, incluso entre el equipo, cuando yo trabajaba. Era muy consciente de ello», escribe Pacino. «Se decía que me iban a despedir y, probablemente, también al director. No es que Francis no lo hiciera bien, no lo hacía. Pero él era el responsable de que yo estuviera en la película».
Una noche, Pacino dijo que Coppola le invitó a un restaurante y le dijo «no vas a cortar».Y tras proyectar metraje de la película hasta el momento por sugerencia de Coppola, Pacino estuvo de acuerdo. «No creo que haya nada espectacular aquí», recuerda que pensó.Por suerte, una escena clave -en la que Michael se venga de Sollozzo y McCluskey en un restaurante italiano- se adelantó en el calendario de rodaje.Era el momento de que Pacino demostrara su valía.
Pero todo salió mal cuando Pacino tuvo que rodar la escena en la que Michael salta sobre un coche en marcha. No tenía doble, así que le tocó a él, y falló. «Me había torcido tanto el tobillo que no podía moverme», escribe Pacino en el extracto. «Todos los miembros del equipo se amontonaron a mi alrededor. Intentaban levantarme y me preguntaban: ¿Me he roto el tobillo? ¿Podría andar? Yo no lo sabía».
En secreto, Pacino se sintió aliviado de que su tiempo en «El Padrino» pudiera haber terminado. «Me quedé allí pensando: Esto es un milagro. Oh Dios, me estás salvando. Ya no tengo que hacer esta película. Me sorprendió la sensación de alivio que me invadió», escribe. «Ir a trabajar todos los días, sintiéndome indeseado, como un subordinado, era una experiencia opresiva, y esta lesión podía ser mi liberación de esa prisión. Al menos ahora podrían despedirme, volver a contratar a otro actor para el papel de Michael y no perder todo el dinero que ya habían invertido en la película.»
Pero, por supuesto, eso no ocurrió. A pesar de su lesión, la actuación de Pacino en la escena del restaurante convenció al estudio de que era su protagonista.
«Gracias a esa escena que acabo de interpretar, me mantuvieron en la película.Así que no me despidieron de El Padrino», escribe Pacino. «Tenía un plan, una dirección que realmente creía que era el camino a seguir con este personaje. Y estaba seguro de que Francis pensaba lo mismo».
Pacino fue nominado al Oscar al mejor actor de reparto por su interpretación, y regresó para las secuelas El Padrino Parte II y El Padrino Parte III.
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