La actriz Sharon Stone está en el centro de una tormenta en redes por ponerse del lado del también actor Kevin Spacey, quien fue demandado (y posteriormente declarado inocente) por comportamiento inapropiado y acoso sexual en 2017 en el marco del movimiento Me Too.
El actor, como es bien sabido, ha vuelto al centro de atención debido al estreno de un documental titulado Spacey Unmasked, que el pasado mes de mayo sacó a la luz diez testimonios de supuestas nuevas víctimas, reabriendo el caso, al menos a nivel mediático.
Ya entonces Stone había expresado su apoyo, reiterado ahora en nuevas declaraciones: ‘La gente está enfadada conmigo por lo que dije. Pero después de estar siete años en terapia, de que le prohibieran trabajar, de perder su casa, de perderlo todo, debería poder volver. Se puso en contacto con todas las personas a las que ofendió y pidió disculpas. Kevin ha acosado a gente. A mucha gente. Pero ninguna de ellas dijo públicamente haber sido violada o forzada a un acto sexual. Hay tanto odio hacia él sólo porque en su caso «las víctimas son hombres».
«¿Hablamos de cuántos hombres me han acosado? Ha ocurrido muchas más veces que Kevin Spacey. Y ninguno de ellos me ha pedido perdón«, continuó la Sharon Stone, nominada al Oscar.
No le estoy defendiendo -aclaró a Entertainment Weekly-, pero cuando alguien pasa por tantos años de terapia debido a un comportamiento compulsivo, ya sean drogas, alcohol o una adicción sexual, y asume su responsabilidad, en nuestra industria normalmente se le permite volver a trabajar. Este es el único caso en el que no ha sido así. Mi conjetura es que la razón es el sexo de las víctimas, es decir, que Kevin Spacey agredió sexualmente a hombres. Para los abusos a mujeres no hay responsabilidad, debería haber un término medio».
Recientemente, Spacey reveló que debía millones de dólares en honorarios legales y que estaba cerca de la bancarrota, además de haber perdido su residencia en Baltimore, donde vivía desde que empezó a rodar House of Cards.