Paco León: «‘Sin instrucciones’ es una especie de matrioshka de películas»

Sin instrucciones

Acompañado por Silvia Alonso y la pequeña Maia Zaitegi (La ermita), el actor encarna a Leo, un padre por sorpresa en una historia que, según él, va de Tres solteros y un biberón a Kramer contra Kramer.

A pocas semanas de empezar el rodaje de Aída y vuelta, la película que él dirigirá y protagonizará, en su regreso al universo de la serie que le dio la fama, Paco León (Sevilla, 1974) nos habla de su última comedia, Sin instrucciones, adaptación española de la exitosísima película mexicana No se aceptan devoluciones, dirigida y protagonizada por Eugenio Derbez. De la experiencia ha acabado llevándose una compañera de reparto impagable, la que él ya considera su “maestra” e hija por sorpresa en la ficción, Maia Zaitegi.

El actor nos cuenta cómo ha fraguado esta amistad con la actriz de sólo nueve años. La directora Marina Seresesky les define como “la pareja perfecta de actores para esta historia”.

Háblanos de Leo, tu personaje en Sin instrucciones.

Leo es un padre con muy poca vocación. De forma inesperada llega a su vida un bebé que nace de una noche loca con una chica y no le queda otra que hacerse cargo de esa niña. Al final, acabaremos viendo cómo se convierte en un auténtico padrazo.

Sin instrucciones es la adaptación de la película mexicana No se aceptan devoluciones, de muchísimo éxito también en EE UU. ¿Cómo llegas a este proyecto? ¿Viste la original antes de decidirte?

He visto imágenes, pero no he querido verla entera, quería tener mi propio viaje con este personaje y sabía que me iba a condicionar. La original mexicana, que se estrenó en EE UU, se convirtió en la más taquillera en habla hispana de la historia y sorprendió muchísimo, ninguna en español había hecho esos números allí y se dieron cuenta de que había hueco para público en español. El proyecto arranca cuando yo acepto, mucha gente quería hacer este remake, pero no era nada fácil. Me llega a través de los productores, que eran amigos, y supe que dirigía Marina [Seresesky], lo que había visto de ella me gustaba mucho.

Este bebé llega, como todos, sin manual de instrucciones. ¿Hay algo de tu propia experiencia como padre en el papel?

¡Sí, claro! Tanto Marina como yo somos padres, y en la película hay muchas anécdotas personales de nuestras vivencias como padres primerizos manejando un bebé.

A la vida de Leo llegó un bebé, y a tu vida ha llegado Maia Zaitegi para hacer de tu hija. La directora dice que acabó con la certeza de haber encontrado a la pareja perfecta.

Es que Maia Zaitegi ha sido toda una maestra para mí. No sólo hay una buena relación, he aprendido mucho de ella como compañera, he visto su proceso y me sorprendió mucho cómo alguien tan pequeño puede tener tanta intuición en el juego. Por mi experiencia con los niños actores, luego la cosa se estropea, pero ella tiene un talento, actitud, mirada, limpieza… es inocente, pero no tonta. No he sentido que estuviera trabajando con una niña, era una compañera como cualquier otra.

¿Veremos drama en esta comedia?

Sí, todas las comedias tienen un sufrimiento de fondo, pero es que, además, aquí hay un giro muy melodramático. Considero que Marina Seresesky tiene especial sensibilidad para tratar estos temas y equilibrar la comedia y la emoción. Esta peli es una especie de matrioshka de películas: empieza en Tres solteros y un biberón (Coline Serreau, 1985), pasando por la  La vida es bella (Roberto Benigni, 1997)  y acabando en Kramer contra Kramer (Robert Benton, 1979).

¿Qué puedes adelantarnos del esperadísimo anuncio de la vuelta de Aída como película que vas a dirigir?

Puedo decirte que rodamos a finales de febrero, pero no te puedo contar todavía mucho. Lo que sí adelanto es que vamos a intentar darle un giro a la serie, no es Aída, es algo que va a darle otra vuelta, de hecho, se llama Aída y vuelta.

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Fotos: Aldara Zarraoa-Patricia J Narcinuno-Getty Images

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