Paz Vega: «‘Rita’ es una carta de amor a la infancia y una oda a la memoria»

Vega

Con naturalidad, tranquilidad y serenidad. Así asegura Paz Vega que ha afrontado Rita, su primera película como directora tras 25 años en el mundo de la interpretación.

Por María Sanz

Rita (Sofía Allepuz) tiene siete años y unos enormes ojos que engullen el mundo de pura curiosidad. Rita es también, y sobre todo, la primera película de Paz Vega como directora y guionista. Con su ópera prima, la actriz ha escrito una carta de amor a su infancia y a su Sevilla natal y el resultado es una historia luminosa e íntima, no exenta de crítica social. Todo ello, condensado en el verano de 1984 de una familia obrera, un verano de esos que se cocinaba a fuego lento.

Rita es el resultado de casi nueve años de trabajo. ¿Qué sentiste al decir el primer “acción”?

Ponerme por primera vez detrás de una cámara no me ha dado nada de vértigo, es como si hubiese estado preparada. El primer día de rodaje fue el día más feliz de mi vida, después de tener a mis tres hijos. Lo recuerdo a ese nivel de felicidad porque esto ha sido casi como tener otro, han sido muchos años para levantarla. El guion lo tenía claro desde el principio y muy pronto encontré una productora que confió en mí. Lo que costó fue la búsqueda de financiación, que ciertas entidades confiaran en mí al principio, pero ahí está. He podido hacer la película soñada. Todo lo que sale es exactamente como lo había planeado y eso me llena de satisfacción porque hemos hecho una película con unos recursos muy limitados.

Es tu primera película como directora, escribes el guion, interpretas, trabajas con niños en el rodaje… Lo de ponértelo fácil parece que no va contigo.

Sencillo no es nada, pero tampoco he sentido que fuera algo tremendamente difícil. Tenía claro cómo iba a ser la película en cuestión de imagen y este tiempo que hemos tardado en la búsqueda de financiación me ha servido para asentarlo y enfrentarme a un rodaje con mucha seguridad.

¿De dónde te nació el impulso de lanzarte a contar una historia propia?

Nace desde la primera vez que pisé un set y vi cómo era todo el proceso creativo y de colaboración hasta llegar a una película. En cada plano, cada vez que uno dice acción, lo que está en la pantalla es el trabajo de muchísima gente. A mí, eso me parece fascinante, y esa energía que se crea cuando se pide silencio antes de la acción, me parece mágica porque en ese momento está concentrado el trabajo de muchos años.

¿De qué nos habla Rita?

Rita es una carta de amor a la infancia y una oda a la memoria, a aquello que fuimos. Es también una radiografía de mi época. Para mí, pese a todo, Rita es una película luminosa, que habla de valentía, de inocencia, de estos primeros años tan importantes en la vida de los seres humanos y también hace un llamamiento al mundo adulto, a que tenemos que cuidar a nuestros niños y niñas porque son el futuro.

Esto por sí solo ya habría podido ser la película, pero introduces una parte de radiografía social. ¿Por qué?

Porque creo que es necesario. Para mí, el cine y el arte son reflejos de la sociedad en la que se vive. A veces, en la sociedad hay elementos que no están bien, que hay que cambiar, a los que tenemos que dedicar una reflexión. Mi película no es nada obvia, pero es verdad que al final voy al tirón de orejas. Un poquito. Yo lo reconozco, pero creo que es necesario porque estamos hablando de infancias. No pretendo que sea nada panfletario, pero hay algo que está pasando y hay que ponerle nombre.

Todo esto lo muestras a través de la mirada de Sofía Allepuz, que interpreta a Rita. ¿Qué te ha permitido contar esta historia desde los ojos de una niña?

Los niños se enfrentan al mundo con la mirada limpia, serena y pura. Esa es la mirada que yo quería recoger. ¿Qué pasa? Que les toca un entorno e intentan sobrevivir y entender lo que pasa en ese mundo de adultos. Necesitaba una niña con unos ojos muy expresivos. Fue algo buscado porque mi película no es de diálogos largos. Sí que tiene grandes diálogos, pero son muy escuetos porque esa familia tiene una falta de comunicación importante y hay muchos silencios. Esos silencios tenían que estar llenos con una mirada en la que tú puedes entrever los pensamientos y Sofía me daba todo eso.

A la hora de contar esta historia, ¿has tenido algún referente que te haya inspirado?

Creo que Rita es muy libre y tiene su propia esencia, no he querido parecerme a nadie. Para mí, ya no sólo en Rita, sino en mi siguiente película (en las que vengan, si vienen), lo que tiene que primar es la verdad. Me parece súper interesante el cruce entre ficción y documental, no porque Rita tenga mucho de documental, pero sí hay mucho de verdad, da la sensación de que estoy grabando la vida tal cual. Me gusta esa esencia y la siguiente en la que estoy trabajando se va a acercar más al documental, siendo ficción.

Fotos: Daniele Venturelli-Getty Images

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