El director también reveló su película favorita, tanto de las que ha dirigido como de la que estaba destinado a dirigir.

Recientemente, Quentin Tarantino ha retomado The Movie Critic, el proyecto que se suponía sería su décima y última película. Durante una conversación en el podcast The Church of Tarantino, grabada en su cafetería Pam’s Coffy en Los Ángeles, el director explicó que decidió dejarla de lado porque se parecía demasiado a sus trabajos anteriores. Una decisión que mermó su entusiasmo y lo llevó a abandonar la producción, prefiriendo buscar nueva inspiración creativa para su último trabajo.

Tras hablar de The Movie Critic, Tarantino aprovechó la oportunidad para repasar y determinar las películas más importantes de su carrera. Y como a cualquiera podría pasarle, le cuesta elegir entre sus propios hijos.

“Érase una vez en Hollywood es mi favorita, Malditos basterdos es la mejor”, declaró. “Pero creo que Kill Bill es la película de Quentin por excelencia, algo que nadie más podría haber hecho. Cada aspecto de ella está sacado directamente de mi imaginación, mis pasiones y obsesiones. Creo que Kill Bill es la película para la que nací, Malditos bastardos es mi obra maestra, pero Érase una vez en Hollywood sigue siendo mi favorita”, añadió.

El director distinguió entonces entre guion y dirección, identificando los títulos que considera más exitosos en diferentes aspectos de su trabajo.

“Creo que Malditos bastardos es mi mejor guion, seguida de Los odiosos ocho y Érase una vez en Hollywood”, explicó. “Sin embargo, en Los odiosos ocho creo que expresé mi mejor dirección aplicada a un texto sólido. No tuve que inventar como en Kill Bill, sino que adapté el material que había escrito lo mejor posible, y es lo que considero mi trabajo más exitoso en ese sentido”.

A pesar de su cariño por Érase una vez en Hollywood, Tarantino ha confirmado que no dirigirá la secuela previamente anunciada, Las aventuras de Cliff Booth, que David Fincher producirá para Netflix. “Me encanta este guion, pero sentí que estaba volviendo sobre mis pasos”, dijo. “No me emocionó. Para esta última película, necesito volver a un territorio desconocido, donde realmente no sé qué estoy haciendo”.

Con estas declaraciones, el director ha trazado un retrato sincero de su trayectoria artística, distinguiendo entre preferencias personales, obras maestras reconocidas y desafíos creativos. ¿Qué opinas? ¿Estás de acuerdo con sus decisiones? ¿Es Malditos bastardos realmente su obra maestra?