Hace 25 años que el director sevillano debutó con El factor Pilgrim, estrenada en New Directors en San Sebastián. Este año, con Los Tigres, es la cuarta vez que compite en Sección Oficial y, además, presentará fuera de concurso su nueva serie, Anatomía de un instante.
“Mirando atrás… El factor Pilgrim, que era mi primera película, ya la seleccionaron en el Festival… hace 25 años que se dice pronto… Todas mis películas han salido reforzadas al pasar por San Sebastián y eso es lo más importante porque es para lo que debe servir un festival para acercar las películas al público. Espero que este año pase lo mismo con Los Tigres”, dice Alberto Rodríguez. “Tengo ganas de ir, ganas de divertirme este año que creo que entre Los Tigres y Anatomía de un instante podré quedarme algunos días más”.
El director sevillano es un veterano de Zinemaldia. Con Los Tigres son cuatro veces compitiendo en Sección Oficial. La primera fue hace justo 20 años, con 7 vírgenes, la película que lanzó su carrera. Después volvió con La isla mínima (2014), por la que Javier Gutiérrez y el director de foto Alex Catalán se llevaron sendos premios; y regresó con El hombre de las mil caras (2016), que ganó para Eduard Fernández, su protagonista, la Concha de Plata.
Este último año y medio ha sido intenso para el cineasta porque ha empalmado el rodaje y postproducción de la intensa Los Tigres [que llegará a los cines el 31 de octubre] con el de la serie Anatomía de un instante, adaptación del libro de Javier Cercas sobre el golpe del 23F que también se verá fuera de concurso [y más adelante en Movistar Plus+]. De ambas, hablamos con él unas semanas antes del arranque del Festival.

Julio Vergne
¿Por dónde empezasteis Rafael Cobos y tú con Los Tigres, por el mar, los dos hermanos protagonistas, esos tigres de Mompracem a los que se hace referencia…?
El origen fue el sitio, este sitio tan peculiar de Huelva que es el final de la ría, en la que durante muchísimos niños ha estado el polo químico y ahora está la petroquímica y se mezcla esta cosa tan rara de un vergel de naturaleza brutal con esa especie de ciudad del futuro que parece casi Blade Runner. Te pueden pasar los flamencos por encima de la cabeza –que nos ha ocurrido– y al mismo tiempo está pasando un barco de acero de 140 metros. He empezado por ahí, pero en realidad, estaba pronto ese drama familiar de los dos hermanos [Antonio de la Torre y Bárbara Lennie], que son uno el reverso del otro y ese equilibrio que buscan y es el corazón de la película. Y la historia la mueve un thriller porque creo que había muchos elementos que alimentaban un poco también la atención de ese drama de una manera más externa y más evidente.
¿Está la historia de los hermanos inspirada en buzos que conocisteis?
Hemos conocido a muchos buzos y tienen un poco de todos los dos, porque es una profesión muy especial, tú puedes estar en cubierta en un barco, por ejemplo, y todo son bromas, pero en el momento en el que tienen que saltar al agua se acabaron las bromas. Todo se tensa, la gente se calla y todo el mundo está esperando al momento en el que salen. O sea, todo el tiempo de la inmersión se vive con una tensión brutal, y eso era perfecto para el thriller. Los buzos dicen que un día bueno de verdad, es ese día que no se mojan. Es una profesión que acarrea muchas lesiones, es un riesgo que está en su mundo continuamente y creo que está contenido en la construcción de los dos personajes.
Técnicamente el rodaje de Los Tigres ha debido de ser el mayor reto de tu carrera…
La verdad es que ha sido, por un lado, muy divertido porque hemos aprendido muchísimo de la idea de lo que suponía el rodaje en mar abierto, en la superficie todavía me lo podía imaginar, pero bajo el agua era un enigma absoluto. Ha sido una mezcla de aventura y aprendizaje. Hemos tenido que adaptarnos a una forma de rodar distinta en la que la naturaleza, el mar, el entorno, casi como en un documental, manda sobre lo que te gustaría hacer. Y lo interesante es aprovechar lo que te da la naturaleza así. Pero, al final, lo más complejo era seguir manteniendo el pulso de esa pequeña historia cuando te mueves en esas dimensiones de barcos gigantes y rodajes bajo el agua. Pero ha sido muy bonito, un poco de prueba de amor al cine [risas].

@ Julio Vergne
Y del mar pasas al Congreso, Anatomía de un instante te llega como encargo.
Si te digo la verdad, la primera vez que me hablaron del tema, a mí me dio un poco de pereza volver a la Transición, volver a los hechos al 23F, pero no había leído el libro de Cercas. Ese fin de semana recuerdo que lo compré, el lunes ya lo había leído y estaba convencido de que había una historia muy interesante y muy potente que contar, una visión nueva sobre algo tan contado, y merecía la pena arriesgarse.
¿Cómo trasladáis eso de la novela a unas imágenes que, en parte, hemos visto tanto para que sigan pareciendo nuevas o atractivas?
Creo que cuenta cosas que a mí se me habían olvidado o no sabía y que plantea el retrato de tres personajes con los que era fácil empatizar. Cada capítulo ve el golpe desde el punto de vista de uno de ellos, Adolfo Suárez [Álvaro Morte], Gutiérrez Mellado [Manolo Solo] y Carrillo [Eduard Fernández]. Yo creo que ha quedado una cosa bastante interesante y un buen punto de partida, ojalá podamos hacer series con que las que podamos contar nuestra historia reciente de una manera tan potente como lo hace el libro de Cercas.
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