28 años después de la primera Sé lo que hicisteis el último verano (estreno 18 de julio en cines), ¿podrán Jennifer Love Hewitt y Freddie Prinze Jr. salvar a los cinco amigos que, como ellos en los 90, mataron a un peatón y ocultaron su cuerpo?
Corría el año 1997 cuando, tras el éxito de Scream, de Wes Craven, el slasher adolescente recibió un nuevo impulso con Sé lo que hicisteis el último verano. También escrita por Kevin Williamson, narraba la historia de cuatro jóvenes que, una noche de finales de verano en la ciudad costera de Southport, debido a una distracción por alcohol, atropellaban a un peatón. En lugar de pedir ayuda, se deshicieron del cuerpo arrojándolo al mar, sin importarles su identidad y prometiéndose no volver a hablar del incidente. Un año después, sin embargo, los cuatro amigos, afligidos por la culpa, comenzaron a ser el objetivo de un misterioso asesino en serie que, antes de aparecer vestido con un impermeable de pescador y armado con un anzuelo, los amenazó con notas anónimas que decían: “Sé lo que hicisteis el verano pasado”.
A pesar de la casi total ausencia de sangre o escenas lascivas entre los jóvenes personajes, elementos característicos del slasher, Sé lo que hicisteis el último verano fue un éxito rotundo precisamente entre el público adolescente que pronto haría cola para ver Crueles intenciones. La película se convirtió en la plataforma de lanzamiento para jóvenes estrellas como Sarah Michelle Gellar y Jennifer Love Hewitt y dio origen a una secuela oficial, una tercera película desconectada e incluso una serie (2021).
Ahora es el turno de una cuarta película que conecta con los dos primeros títulos, con un elenco de nuevas caras en roles similares a los de sus predecesoras de casi 30 años antes, pero también con los personajes de Jennifer Love Hewitt y Freddie Prinze Jr. Ellos serán la esperanza de los nuevo cinco amigos acosados por un asesino dispuesto a vengarse del crimen que cometieron e intentaron ocultar. Si bien la trama puede parecer casi idéntica a la original, aún existen diferencias, empezando, como subraya la directora Jennifer Kaytin Robinson, por el nivel de violencia y los tonos más ligeros que antes: “Además de ser mucho más brutal, con mucha más sangre, violencia y gore que la primera película, no es una película para tomarse en serio. Es un evento veraniego para disfrutar mientras se comen palomitas”.
La presencia de Hewitt y Prinze Jr. también despeja dudas sobre los epílogos que concluyeron las dos primeras películas con el personaje de Hewitt siendo atacado por sorpresa por el asesino.
“Los personajes están vivos y bien, y no hemos hecho más que continuar el legado con nuestra película”, dice Robinson. Si bien fue fácil que Hewitt y Prinze Jr. volvieran a bordo, la historia fue diferente para Sarah Michelle Gellar. “Lo intenté, ¿vale? ¡La atormenté!”, admite la directora. “Pero su personaje estaba muerto. Incluso se me ocurrió una excusa absurda, como: ‘¿Y si no estuviera muerta, sino escondida?’. Y Sarah dijo: ‘¿Y si me hubiera congelado en la nevera de pescado? Estaba muy muerta”.