Con Los Fabelman, el legendario cineasta Steven Spielberg nos llevó a los orígenes de su historia de amor con el arte del cine . Pero aunque parezca difícil de creer, hubo un momento en el que el joven director pensó seriamente en abandonar sus sueños. Fue el mismo autor de Tiburón , ET El extraterrestre y La lista de Schindler quien reveló esta historia sin precedentes, que también se refiere a una de las obras maestras firmadas por un gran amigo suyo.
Corría el año 1972 y el director sólo había presentado su primer largometraje, El diablo sobre ruedas , sin disfrutar, sin embargo, del extraordinario éxito que le estaba destinado sólo tras la realización de Tiburón . En ese momento, sin embargo , Spielberg tenía sólo 26 años y luchaba por encontrar su lugar en la industria cinematográfica estadounidense, mientras su amigo Francis Ford Coppola presentaba una de sus mayores obras maestras: El Padrino . Y ver la película con Marlon Brando tendrá un efecto perturbador en el joven cineasta.
«La historia simplemente me pulverizó», revela hoy Steven Spielberg. «Y el efecto fue que pensé seriamente en dejarlo. No había ningún motivo para que siguiera trabajando como director ya que nunca habría podido alcanzar ese nivel de conciencia y capacidad para contar una historia como la que acababa de ver. Literalmente destrozó mi autoestima».
Afortunadamente, el joven Spielberg acabó no desistiendo y junto al propio Francis Ford Coppola, George Lucas , Martin Scorsese y Brian De Palma se convertirá en uno de los autores simbólicos del llamado Nuevo Hollywood , cambiando para siempre la historia del cine estadounidense. . En 1974 presentó Sugarland Express , y finalmente en 1975 logró el éxito internacional gracias a las soluciones técnicas innovadoras y las fuertes emociones garantizadas por su Tiburón , Tiburón .
Francis Ford Coppola se encuentra actualmente en Cannes para presentar Megalópolis , una película que desea producir desde hace más de cuarenta años. Spielberg, en cambio, piensa en volver al género que representó su primer amor, la ciencia ficción.
