Tracie Laymon, directora de ‘Un like de Bob Trevino’: “Esta película demuestra que pueden pasar cosas buenas en este mundo”

Tracie Laymon, directora de ‘Un like de Bob Trevino’: “Esta película demuestra que pueden pasar cosas buenas en este mundo”

Un like de Bob Trevino

Un like de Bob Trevino (estreno en cines 18 de julio), la historia real de la directora Tracie Laymon, una experiencia conmovedora y llena de bondad, embiste contra la ola de cinismo que invade el mundo de hoy y conquista el corazón de los espectadores.

Un like de Bob Trevino, primer largometraje de la directora y guionista Tracie Laymon, es una película inspirada en su propia historia de juventud. Es un cuento de bondad y amabilidad, con el que contesta al individualismo, al odio y al egoísmo de esta sociedad, y con el que ha acaparado, uno detrás de otro, el codiciado Premio del Público en casi una decena de festivales, incluida la Seminci, también fue el pasado mes de abril la película de inauguración del BCN Film Fest.

Protagonizada por Barbie Ferreira, muy conocida por su participación en la popular serie Euphoria, y por el actor John Leguizamo (John Wick, Moulin Rouge!), la película presenta a una mujer, una joven veinteañera, que arrastra una relación venenosa con su padre, un tipo aprovechado y egocéntrico que la ha abandonado. Un día encuentra en Facebook a un hombre con el mismo nombre que su padre y decide seguirle. Así, Lily Trevino conoce a Bob Trevino, con quien construye una genuina amistad que la ayudará a cambiar su vida.

Mientras el mundo se pelea en una lucha sin cuartel y se divide en bandos aparentemente irreconciliables, y mientras se libra una repugnante guerra de insultos en redes sociales, la directora Tracie Laymon suelta esta bomba de bondad y se mete en el bolsillo a espectadores de medio mundo, desde Nueva York a Texas, desde Nashville a Valladolid y Barcelona.

“Vivimos en un mundo que puede ser muy malvado y uno de los grandes problemas es, precisamente, que la gente espera que haya maldad. Ésta es una historia verdadera, es algo que ocurrió realmente, lo que demuestra que pueden pasar cosas buenas en el mundo en el que vivimos”, señala la cineasta, que convocó para la película, al lado de Barbie Ferreira y John Leguizamo, a French Stewart, en el papel del padre de la protagonista; Lauren ‘Lolo’ Spencer, como su amiga, y Rachel Bay Jones, entre otros.

La historia real de ‘Un like de Bob Trevino’

En la historia real, al contrario que en la ficción, Tracie Laymon no llegó a conocer personalmente al hombre con el mismo nombre que el de su padre, pero mantuvo una larga relación con él a través de las redes sociales. “Estuvimos manteniendo contacto por Facebook durante nueve años, aunque eso en la película se represente en unos pocos meses. Pero lo cierto es que a través de Facebook tuvo acceso directo a mi corazón”, dice.

“Cada año, durante esos nueve años, en mi cumpleaños me felicitaba, mientras que mi verdadero padre no lo hacía. Eso me llegaba al corazón de verdad. Cuando me corté el pelo, él hizo un comentario, me dijo que le parecía estupendo, que me quedaba muy bien. Esos pequeños detalles de bondad me llegaban muy dentro. Tengo muchas historias de ese tipo”, confiesa Laymon.

Un like de Bob Trevino no es una historia de reconciliación ni de perdón, tampoco es una historia de venganza. En ella, la cineasta propone un personaje diferente. “No es una historia de aceptar o perdonar, el personaje está a medio camino de alguna forma, no quiere cortar la relación con el padre, pero tampoco quiere aceptar cualquier cosa de él, no está dispuesta a aceptar cualquier tipo de abuso. Lo que quise transmitir es que Lilu no es simplemente un felpudo, es una luchadora, una superviviente, es fuerte y hay muchas mujeres así en el mundo, aunque sus historias no sean contadas”, explica.

Tampoco es un relato que presente a un padre absolutamente malvado, un maltratado psicológico sin fisuras. El personaje es, al contrario, un tipo muy humano, lleno de defectos, contradicciones y fragilidad. “Intenté la misma mirada para el padre, una mirada femenina, porque también es una persona en sí misma y tiene sus vulnerabilidades”, argumenta. “Creo que es porque las personas heridas a su vez hieren a otros, entonces no deja de ser un ser humano y, por tanto, hay que tratarle con esa bondad también”.

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