Llega a los cines (estreno 18 de julio), Voy a pasármelo mejor secuela de la sorpresa musical que fue Voy a pasármelo bien. David Serrano vuelve a estar detrás del guion, pero debuta en la dirección Ana de Alva, hablamos con ella del verano que van a pasar los Pitus.
Cuéntanos de qué trata esta segunda parte y cómo conecta con Voy a pasármelo bien.
Para mítrata de las primeras veces de estos chavales en el amor. Cómo los Pitus se enamoran por primera vez. Todos tienen un propósito en este campamento que es una aventura. Conecta por la trama principal de Layla y David, en la primera dejamos a Layla en Méjico, pero siguen manteniendo contacto por carta, esta es la resolución de estos tres años.
Ya habías trabajado con David Serrano, director de la primera película, en un musical. ¿Cómo acabas tú dirigiendo esta?
Yo llegué a Grease con 17 y tenía claro que quería ser directora. David me dijo que estudiara. Empecé a hacer mis cortos y empezaron a ir muy bien y él vio algo de su lenguaje ahí, así que estuve de meritoria en todos sus proyectos y también en Voy a pasármelo bien. Conocí el proyecto muy de primera mano y de alguna forma me apadrinó y cuando llegó la oportunidad de la segunda parte que el rechazó, pensó en mí.
Aunque sigue en el equipo ¿Cómo ha sido el trabajo con él?
Confío mucho en el criterio de David, me gusta su forma de desarrollarse en el cine y tiene un sentido de la comedia enorme. Él me había formado mucho en Grease y esas mismas herramientas se las he dado yo a los protas. Me dejó claro que esta peli era mía. Venía al rodaje, pero como un apoyo emocional.
¿Y qué le ha parecido?
Está contento y orgulloso, somos generaciones diferentes, pero le gusta cómo he retratado el guion, aunque no es como él lo habría hecho.
¿Has sido consumidora de musical? ¿Tenías alguna referencia?
Mi madre es bailarina. Tenía muchas referencias y yo me he dedicado cinco años a ello. Cantando bajo la lluvia, Un americano en parís, El apartamento…, sobre todo clásicos.
Porque tú tienes formación musical y en danza. ¿Has intervenido en las coreografías y la composición?
La coreografía es 100% Iker Carrera, yo como bailarina he podido poner mi visión cinematográfica en eso diciendo que planos quiero para lucirla al máximo, pero él es el mejor coreógrafo de España y confié en su criterio. Lo que yo quería era mucha diversidad de perfiles.
Repiten todos los protagonistas ¿Tuviste la oportunidad de conocerles en la primera y ahora ver su evolución a la adolescencia?
Ha sido brutal. En la primera ya traté mucho con ellos, me pedían consejo y yo estaba ahí, ha sido emocionante y me ha ayudado a acercarme a una generación que está muy expuesta a la inmediatez y eso les provoca mucha incertidumbre. Les da miedo agarrarse a su sueño y yo les he aconsejado que se equivoquen y que no decidan nada por miedo.
Rodáis la mayoría de la película en un campamento de verano. Háblame de esta experiencia de convivencia.
Los chavales han generado los mismos vínculos que se generan en un campamento, además, han dejado el móvil atrás para meterse en la época y nunca lo traían al set. Se han metido mucho en el ambiente y han sido 25 días de rodaje allí. Prácticamente han vivido un campamento de verdad.
¿Cómo ha sido recrear el universo de los adolescentes de los 90?
Yo nací en 2001, pero en los 90 mi madre era adolescente porque es muy joven, así que he tirado mucho de su figura y me he dejado aconsejar. Por ejemplo, con la ropa o el pelo, que a veces estereotipamos esa época con los jóvenes de EE UU, yo quería ser fiel al estilo de España.
¿A ellos les ha sorprendido algo de ese mundo?
El actor que encarna a Paco, por ejemplo, sí se ha sorprendido porque que tenía que contenerse mucho, su personaje es gay y en esa época no se expresaban con tanta naturalidad.
¿Esa trama de identidad sexual sería diferente hoy?
Sí, pero no tanto como pensamos. Siguen siendo una minoría juzgada y estos niños en los colegios sufren bulliyng, de hecho, creo que hemos vivido cierto retroceso en ese sentido.
¿Con ellos has hablado de estos temas?
Sí. Han sentido la confianza de abrirse conmigo y hablar de sus momentos de cambios y muchos tienen estas dudas. Ha sido bonito tratarlo con ellos. Lo aprendí también con Grease, que es de los 50, pero te enamoras igual y pasas por la misma locura y sensación de que estás fuera de lugar todo el rato.
Si piensas en la tercera ¿En qué etapa de su futuro te imaginas a los protagonistas?
Nos ha encantado hablar de esto en el rodaje. Me la imagino llamándose Voy a pasármelo que te cagas, ya serían universitarios, en la veintena y en los 2000. David sería el chico tímido, Almu y Silvia, las cotillas de la uni. Paco sería casi un activista.
¿Qué le dirías a un adulto que dude de ir a ver la película?
Es una gran peli que ver si echas de menos la sensación de enamorarte.
¿Y a un adolescente?
Que la vea si está preparado para mirar hacia atrás y verse reflejado, porque es diferente la adolescencia de ahora a la de antes, pero hay algo universal en el amor, la amistad y el rechazo.