Crítica ‘Baja de paternidad’: Después del huracán

Crítica ‘Baja de paternidad’: Después del huracán

Crítica de 'Baja de paternidad', debut de la directora alemana Alissa Jung que llega el viernes 1 de agosto a los cines españoles.

★★★½

En Baja de paternidad, la cineasta debutante Alissa Jung deja fuera de campo el gran evento traumático que sirve como motor del relato para centrarse en explorar sus consecuencias. A sus quince años, Leo, adolescente en plena crisis existencial, viaja a Italia desde Alemania para ir en busca del padre al que nunca conoció. Su inesperada llegada sacudirá profundamente la vida de Paolo, un hombre de treinta y cinco años que vive frente al mar en un chiringuito semiabandonado y que, aterrado por las responsabilidades y compromisos propios de la vida adulta, se ha pasado la vida huyendo. Al igual que sucedía en las tan tristes como hermosas París Texas (Wim Wenders, 1984) y Manchester By The Sea (Kenneth Lonergan, 2016), el foco está puesto aquí en el “después” del huracán, nunca en el huracán mismo: rehuyendo todo flashback y sorteando con éxito la torpeza expositiva, la guionista y directora alemana sitúa a sus dos personajes, padre e hija (ambos interpretados con admirable contención por Luca Marinelli y Juli Grabenhenrich), en un presente devastado y gris, espejo de sus ruinas interiores. Si bien sus pasados se van revelando de manera progresiva a través del diálogo, jamás llegan a abandonar por completo la neblina, lo que brinda la atmósfera idónea (melancólica y lírica, siempre evocadora) a un relato de ausencias y redenciones que termina de cobrar verdadero cuerpo en la pantalla gracias al uso emocional y simbólico del escenario en el que transcurre la historia: una zona costera, fría y nublada, alejada de todo y todos, que, a la manera de un espacio liminal, da la impresión de estar situada al borde del mundo, el más propicio de los lugares para el exilio interior. Notable ópera prima.

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