La actriz española brilla en el Festival en el narcomusical del director francés que más entusiasmo ha levantado hasta ahora.
Por Irene Crespo
Estaba tardando en llegar. El gran mirlo blanco. Aún queda más de la mitad de Cannes 2024, pero ayer vimos quizá la primera firme candidata a Palma de Oro, incluso si eso supone que se la llevaría un director que ya tiene una en casa: Jacques Audiard y su narcomusical dramático, Emilia Pérez, es el primer filme de esta edición que tiene un casi unánime aplauso (como siempre, hay críticas aquí) desde las filas de la prensa.
Emilia Pérez es el nombre de la protagonista del filme. Aunque ese es el nombre que se da después de la transición. La película arranca con Zoe Saldaña, una abogada brillante y frustrada, que es contratada por uno de los líderes narcos más sanguinarios y famosos de México. ¿Su trabajo? Que le consiga un médico para conseguir su sueño: ser mujer. Y, además, organizar toda la desaparición de su antigua vida, cuidando de los suyos. El narco, Manitas, regresa como Emilia Pérez, una elegante mujer que se da cuenta de los horrores violentos que las mujeres especialmente sufren en México y empieza un camino de redención, usando los mismos recursos que una vez ganó sembrando el terror.
Contado así, esperarías un drama social, oscuro, violento. Y lo es. Pero también es un musical. Con Zoe Saldaña y con Selena Gomez cantando en español. Es un canto a la feminidad y a la mujer libre desde letras empoderadas y músicas actuales. Un canto a la libertad de ser quien quieras, que encarna con fuerza Karla Sofía Gascón, la gran estrella de lo que llevamos del Festival. La gran revelación.
Nacida en España, triunfó en México en las últimas décadas y allí es donde Audiard la encontró después de un intenso y extenso casting por todo el mundo. “Estaba en México cuando me llamaron para la película y me dijeron: ‘Tenemos 45 canciones que te puedes aprender para mañana para cantársela a este director”, recordó la actriz en la rueda de prensa. “No soy cantante. No hablo francés, Audiard no habla español. Le dije: ¿Cómo nos vamos a entender?”. Por telepatía, dijo él.
Para Gascón este proyecto es un triunfo personal, a sus 52 años, después de una larga carrera que comenzó en series en España, cuando aún era conocida como Carlos Gascón, siguió en México, donde en 2016, decidió cumplir su sueño de infancia y transicionar. “Somos muchos, los que llevamos toda la vida dedicándonos a esto por amor al arte, luchando en castings. Es algo muy bonito no dejarse vencer nunca. Fíjate, al final, con 52 años estás ahí”.
Pero también es un triunfo colectivo, que se toma como un movimiento activista y responsable más. “Cualquiera que entre en las redes sociales y escriba trans, lo único que encuentra son insultos y pornografía. Me han amenazado de muerte solo por existir. Estoy, como diríamos en España, hasta el culo. Es muy fuerte. Las personas trans somos personas como cualquiera, ni más listas, ni más tontas, y podemos decir lo que pensamos como cualquiera”, dijo. “Somos personas reales, ser trans es una anécdota. Cuando una persona ha transicionado, en mi opinión, ya no es trans: es una persona que ha llegado ser lo que quiere ser. Vamos a tratarnos con respeto”. Con sus palabras se llevó aplausos en la sala de prensa. Y de aquí, se irá con premio también. O al filme en su conjunto o a ella en particular.
