Crítica: ‘Black Mirror: Joan es terrible’

Joan es terrible - Black Mirror

★★★/★★★★★

En Joan es terrible asistimos a la tragedia de una mujer anónima que, una noche, sufre un ataque de pánico al descubrir que una famosa plataforma global de streaming acaba de lanzar una serie sobre su vida, en la que ella es interpretada por la estrella de Hollywood Salma Hayek. 

En este, el primero de los cinco capítulos que conforman la nueva temporada de Black Mirror, su creador, Charlie Brooker, enlaza inteligentemente la problemática de la hipervigilancia (que hoy por hoy nos acecha tras la aceptación de cada cookie) con la frivolización tan propia de formatos como el docudrama (clara tendencia del audiovisual contemporáneo), reservando también varios dardos venenosos para la cada vez más temida inteligencia artificial

Joan es terrible, episodio ‘meta’ en el que Netflix juega a la autocrítica (a la manera en que Apple lo hizo el pasado año con su Severance), funciona bien en el terreno de la sátira. De hecho, es en la ligereza de su tono donde reside el principal de sus fuertes: el humor negro y escatológico sobrevuelan en todo momento esta enrevesada tragedia distópica (por otro lado, no tan alejada de la realidad). Sin embargo, lo que sí se le puede reprochar a Brooker, que dosifica con acierto la información y sabe cómo lograr que cada giro de guion sea efectivo, es una cierta tendencia al subrayado innecesario.

Por su parte, la puesta en escena (dirige Ally Pankiw, creadora de la serie Feel Good, también de Netflix) peca de ser tan correcta como insuficiente, algo que, por desgracia, ocurre con tantos y tantos productos Netflix, que, de tan impecablemente fotografiados y pulcramente editados, parecieran haber sido concebidos por máquinas (y es que, sin un pequeño espacio para el “error humano”, sin un cierto regusto a manufactura, el cine será siempre un poquito menos cine).

Lo mejor: La originalidad de la propuesta y su humor negro.

Lo peor: Algunos subrayados de guion y su “estética Netflix”.

Joan es terrible - Black Mirror

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