Crítica de ‘Jone, a veces’: Uno de los mejores debuts del año en el cine español

Crítica de ‘Jone, a veces’: Uno de los mejores debuts del año en el cine español

Jone a veces

Tras su paso por Málaga, Sara Fantova estrena su ópera prima, un vibrante y poético coming-of-age.

★★★½

Agosto, semana grande de Bilbao. Jone se junta con su cuadrilla para salir a bailar, beber… trabajar en la barra de la peña. Pero no sale de su casa despreocupada y tranquila como cualquier joven de su edad. En casa vive con su hermana pequeña y su padre, que acaba de tener que dejar el trabajo, por su párkinson avanzado. Su madre se murió hace tiempo. Sara es ahora la mujer de esa casa. Y cada vez tiene que asumir más responsabilidades. Una carga que le cae encima precisamente ese verano, en esas fiestas, cuando conoce a una chica. Entre esos dos extremos se mueve Jone. A veces aquí, a veces allí. Nunca del todo en ningún sitio.

Sara Fantova sigue con la cámara a su protagonista, también debutante, y todo es pura frescura y autenticidad en este relato de iniciación forzosa a la vida adulta. Tanto el ritmo con el que la directora nos conduce acompañándola del estruendo de la calle al silencio de la casa. Como la incomunicación entre padre e hija, él sintiéndose culpable, ella sintiéndose perdida y sola, es el otro gran conflicto de esta película en la que vida y muerte, enfermedad y juventud están tan cerca. A la vez que se está acercando a la vida sin freno, la muerte la acecha sin descanso. Es ese momento vertiginoso y lleno de miedos que bloque a la joven interpretada por Olaia Aguayo, un gran descubrimiento. Por ella y por el pulso de Fantova, uno de los mejores y más prometedores debuts del año en el cine español. 

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