Crítica: ‘El reino del planeta de los simios’

El reino del planeta de los simios

Por Davide Colli

★★★/★★★★★

La novela de ciencia-ficción El planeta de los simios, de 1963 y escrita por Pierre Boulle, siempre ha despertado un gran interés en el medio cinematográfico, al que siguieron varios intentos de adaptación. Sólo cinco años más tarde vio la luz la película homónima protagonizada por Charlton Heston, que dio lugar a nada menos que cuatro secuelas.

La fascinación por este relato distópico continúa en el siglo XXI, primero con un fallido intento de remake a cargo de Tim Burton en 2001 y, en la década siguiente, con la trilogía del reboot protagonizada por Andy Serkis. Con estos nuevos capítulos en particular, la franquicia alcanzó un éxito renovado, sobre todo gracias a un logro casi revolucionario en la captura de movimiento.

El Reino del Planeta de los Simios se inscribe en la línea argumental de esta última, situando la trama 300 años después de los acontecimientos de La guerra del planeta de los simios y siguiendo el legado de César, el primer simio que predicó la unidad entre humanos y primates y se alzó contra la violencia entre afines. El nuevo protagonista, Noa (Owen Teangue), es un joven chimpancé solitario que se tambalea tras el asedio de su colonia por un clan que distorsionó las enseñanzas de César. En un viaje para liberar a sus congéneres, Noa conocerá a Mae (Freya Allan), una chica humana, especie ahora reducida a la condición de bestias.

Este relanzamiento de la franquicia conserva sin duda la valencia política y el mensaje terriblemente actual de sus predecesoras, en este caso aún más ligados a los conceptos actuales de reivindicación y expansión territorial bajo el nombre de un único reino. Además, asistir a una construcción del mundo tan distante en el tiempo de los acontecimientos de César permite un capítulo independiente, que implementa nuevos equilibrios y situaciones, renunciando al fanservice fácil, pero remitiendo al pasado sólo cuando es estrictamente funcional al desarrollo de la trama.

Sin embargo, El reino del planeta de los simios no se clava con fuerza en la memoria del espectador de la misma manera que sus predecesoras, un fallo achacable quizá a la sustición del director, Matt Reeves, quien estuvo tras la cámara de las dos entregas más exitosas de la marca, por Wes Ball, que se encargó de la trilogía juvenil El corredor del laberinto.

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