★★★½/★★★★★
Por Pelayo Sánchez
En su ópera prima en el largometraje, el cineasta sueco Ernst de Geer radiografía las relaciones de pareja para dejar al descubierto lo performativo de los roles masculino y femenino. La película, punzante sátira narrada desde el habitual distanciamiento propio del cine nórdico, cuenta la historia de André y Vera, una joven pareja de emprendedores que acaba de diseñar una revolucionaria aplicación móvil sobre salud íntima femenina con el nombre de Epione.
Tras ser seleccionados en un prestigioso taller que les ayudará a vender su proyecto, Vera, consciente de que tendrá que afrontar el que podría convertirse en su gran trampolín profesional, decide someterse a una terapia de hipnosis con el objetivo de dejar de fumar. Sin embargo, el tratamiento no sólo logra alejarla de su adicción al tabaco: tras la sesión, la joven se ve despojada de sus miedos y ataduras, deja de atender a lo que los demás esperan de ella y comienza a afrontar el mundo con una insólita seguridad en sí misma.
Una actitud que no sólo no terminará de agradar a André, su compañero de vida, sino que pondrá en jaque los cimientos de su relación: desconcertado e incómodo ante las situaciones que su pareja provoca, el joven verá cuestionado su papel de líder asociado a su supuesta masculinidad.
La película, profundamente incómoda (en gran parte gracias a las excelentes interpretaciones de Herbert Nordrum y Asta Kamma August, sus protagonistas) y que juega también a retratar con sorna el venenoso mundo del emprendimiento, la cultura empresarial y los falsos gurús, nos lanza una incómoda pregunta: ¿Cuánto hay de mera performance en nuestras relaciones sentimentales? Si fuésemos despojados de nuestros roles normativos, ¿cómo aprenderíamos a amar al otro?
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