★★★/★★★★★
Los Farad es la sexta colaboración entre el director Mariano Barroso y el guionista Alejandro Hernández. Si en El día de mañana (2018) se centraban en el personaje de Justo Gil y en la Barcelona de los años 60, aquí su foco está en Óskar (Miguel Herrán) y en la jet set marbellí de los 80. Ambas comparten no sólo la intención didáctica sino tomar como punto de partida a un ambicioso joven.
En este caso, Óskar es un monitor de gimnasio que sueña a lo grande. Un día interviene en una pelea en la que se encuentra Sara (Susana Abaitua) y es a partir de aquí, momento que funciona como premisa, que entra en el mundo de opulencia de Marbella. Al principio el clan de Los Farad le oculta el origen de dichos lujos, indicándole únicamente que se dedican a la exportación. Óskar no tardará en enterarse de la verdad: compraventa de armas con los países del eje comunista como clientes.
Así, en este híbrido de dramedia familiar y thriller, la serie nos sitúa en el contexto de este enfrentamiento universal y en los negocios internacionales de Rusia y Estados Unidos.
Bajo una cuidada estética ochentera, sus puntos más flojos son los personajes y la sobreexplicación. Respecto a lo primero, algunos de ellos como Tania, la hija menor, están apenas desarrollados y el resto se mueve en torno al cliché. Y su lenguaje, si bien la serie dedica una especial atención al momento histórico, olvida este a la hora de dialogar, usando un vocabulario actual. En cuanto a lo segundo, con la cargante voz en off del protagonista.
Al final, por más allá que la propuesta se disfrace de ejercicio histórico, no deja de ser un producto para entretener. De ahí, todas las licencias que los creadores se toman según se aproxima el final.
Lo mejor: Susana Abaitua
Lo peor: La voz en off
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