Crítica ‘Lupin’ T3

Lupin

★★★½/★★★★★

El pasado jueves Netflix estrenó la tercera temporada de Lupin, inspirada en las historias escritas por Maurice LeBlanc. El escritor galo se basó para su personaje en el célebre bandido anarquista Alexandre Marius Jacob.

Lupin, la serie, es Omar Sy. El actor que, si bien había participado en otros proyectos anteriormente, obtuvo el reconocimiento mundial en 2011 con Intocable. Le charme de Omar Sy se tiene o no se tiene, y si conquista viendo la temporada doblada, desde aquí invito a que activen el V.O.S.

Pero volviendo a lo que nos incumbe, el Robin Hood del s.XXI, que perdió el anonimato al final de la segunda temporada, logra su propósito con creces: entretener. Y lo hace sin ofrecer grandes novedades en su propuesta. 

La entrega, compuesta esta vez de siete episodios, pierde el interés en el tercero aunque luego se recupera. Un capítulo que podríamos llamar «extra». No se puede saltar, pero sí su creador podría haberlo solventado mejor.

Con recursos que recuerdan a V de Vendetta, La Casa de Papel o El Joker, algo entendible cuando se habla de Estado vs sociedad, la serie sigue manteniendo los flashbacks, la relación con el policía «Ganimard» y la vinculación de la trama principal con la familia de Assane.

Si lo que atrapa al espectador es ver a éste desenvolverse, sería interesante ver un giro en la propuesta en la más que segura próxima temporada. Uno de los libros escritos por Maurice LeBlanc era el caso del ladrón contra Sherlock Holmes. Quizá sea esto lo que veamos próximamente.

Lo mejor: Omar Sy

Lo peor: La falta de riesgo

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