Crítica ‘Spermageddon’: Aventuras intracorporales y educación sexual

Crítica ‘Spermageddon’: Aventuras intracorporales y educación sexual

Crítica de 'Spermageddon', película noruega de animación que llega hoy, día 25 de julio, a los cines españoles.

★★★

En línea con otras aventuras “intracorporales” del cine de animación moderno (véanse Del revés, su reciente secuela o, si nos desplazamos hasta comienzos de este siglo, la muy infravalorada Osmosis Jones), Spermageddon acontece en dos universos paralelos: por un lado, el mundo exterior, real, en el que se mueven los humanos; por otro, el ecosistema interior de su joven personaje protagonista (en este caso, más concretamente, sus testículos). Jens y Lisa, dos adolescentes, están a punto de perder la virginidad. Dentro del cuerpo de Jens se desata entonces una auténtica odisea microscópica: sabiendo que tan sólo el primero podrá fecundar, todos los espermatozoides emprenden una ardua carrera por llegar a la meta. Con este punto de partida, el noruego Tommy Wirkola, director de las irreverentes Zombis Nazis y Noche de paz, se alía con el animador Rasmus A. Sivertsen para dar forma a una muy particular y gamberra clase magistral de educación sexual. A medio camino entre la comedia escatológica adolescente, la épica fantástica (hay en ella guiños tanto a las franquicias de Star Wars y El Señor de los Anillos como a los Aliens de James Cameron) y el ejercicio pedagógico de salud sexo-afectiva, Spermageddon logra alcanzar, cosa difícil, un delicado equilibrio entre la tosquedad propia de los chistes de fluidos y el retrato respetuoso y tierno de sus personajes principales, chiquillos que, transitando el frágil puente que separa la niñez de la vida adulta, intentan hacer frente a los conflictos de identidad y las presiones sociales propias de dicha etapa vital (tratando de desaprender, además, los modelos sexuales distorsionados que impone la pornografía). Aguda e hilarante durante la mayor parte de su metraje (aunque finalmente debilitada por algunas subtramas a medio esbozar), la película de Wirkola y Sivertsen tiene como principal virtud, en opinión de quien escribe, su posicionamiento militante sin medias tintas: Spermageddon nunca tiene miedo de, con un tono finalmente más subversivo que ligero, abrazar el activismo y posicionarse sin titubeos a favor del derecho al aborto legal y seguro.

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