★★★
En su nuevo anime, Naoko Yamada, directora de la aplaudida A Silent Voice (2016), aborda la cuestión del arte como refugio, articulando una bella y risueña aproximación a la idea de la experiencia estética como medio idóneo para conectar con nuestro “yo” más profundo y hallar la verdadera felicidad. Tu color narra la historia de tres adolescentes dotados de una sensibilidad especial que, tras conocerse en una librería, deciden montar juntos una banda de música. Sin embargo, optar por dicho camino implicará, de alguna forma, rebelarse contra los destinos que el mundo tenía reservados para ellos; una alianza, en fin, que les ayudará a encontrar, mediante la creación colectiva (entendiendo aquí el arte en términos platónicos, como unión del bien, la belleza y la verdad), sus propios caminos, aunque ello implique, en ocasiones, mentir contra su voluntad, aventurarse a romper con la norma y dejar atrás a los infantes que una vez fueron. Más allá de su calidez, su luminosidad y su bellísimo trabajo con el color, en este vitalista canto a la amistad que es Tu color queda también espacio para la melancolía: la película es sumamente hábil a la hora de poner de relieve los dilemas que trae consigo el hecho de hacerse mayor, y logra plasmar con notable sensibilidad la angustia propia del adolescente, siempre debatido entre encajar en su entorno y romper con lo preestablecido para reivindicar su derecho a la diferencia.
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