★★★★
Ambientado en un pequeño pueblo de la montaña italiana durante los últimos coletazos de la Segunda Guerra Mundial, Vermiglio es un sutil y elegantísimo drama, tan sobrio como descorazonador, sobre un grupo de mujeres de distintas edades (madre e hijas de una familia numerosa) que ven limitadas sus perspectivas vitales por lo que el mundo en el que viven espera de ellas. Así, sometidas por los estrictos códigos morales del catolicismo y por la figura del pater familias, en la que cristalizan todos los males de la sociedad patriarcal, no tienen permitido aspirar a nada más allá de la práctica de los cuidados históricamente asociada a los roles femeninos de hija, esposa y madre, pareciendo estar condenadas a sufrir el tormento de la culpa por sentir deseo sexual o por, queriéndose libres, aspirar a ser dueñas de sus destinos. En su tercer largometraje (el segundo de ficción), la cineasta italiana Maura Dalpero viaja casi cien años atrás para, poniendo en imagen el machismo sistémico propio de un momento histórico a simple vista tan alejado en el tiempo, confrontar al espectador de hoy con su realidad contemporánea, en la que, lejos de desaparecer, el peso de la culpa cristiana no ha hecho más que secularizarse. Cargada de imágenes verdaderamente pregnantes (por su capacidad para el subtexto, por sus interpelaciones al fuera de campo), Vermiglio es, además, un auténtico deleite estético: la densidad del relato narrado se cimenta en un trabajo fotográfico de gran belleza compositiva y en el exquisito tratamiento de la luz natural, obra del director de fotografía Mikhail Krichman, habitual del cineasta ruso Andrey Zvyagintsev (Sin amor, 2017). En conclusión, Dalpero ha elaborado un ejercicio cinematográfico de primera línea demostrando manejar el tiempo y el espacio fílmicos con un plausible sentido del lirismo y de la cadencia poética, y logrando convertir el paraje helado en el que se desarrolla su historia en perfecto espejo del gélido paisaje interior de sus protagonistas, mujeres condenadas al servilismo meramente por su condición de tales.
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