Después de cuatro temporadas de caos culinario, introspección emocional y vínculos familiares fracturados, The Bear culmina su cuarta entrega con una mezcla de dolor, esperanza y renovación. El episodio final no solo marca un punto de inflexión para Carmen “Carmy” Berzatto, sino que también reconfigura la estructura del restaurante y redefine el futuro de sus protagonistas.
El capítulo ulmina con una decisión inesperada por parte de Carmy (Jeremy Allen White). Este giro en su camino redefine su papel dentro del restaurante. El episodio desarrolla íntegramente en la parte trasera del restaurante, donde Sydney encara a Carmy tras descubrir que ha abandonado formalmente su participación como socio en The Bear. La conversación se intensifica con la llegada de Richie, quien también manifiesta su molestia y frustración ante la decisión de Carmy de alejarse.
A raíz del tenso intercambio, Sydney propone una solución: que Richie asuma el lugar que Carmy deja vacío en la sociedad. La temporada concluye con la firma de un nuevo acuerdo en el que Carmy promete quedarse solo hasta que se salde la deuda del restaurante, mientras Sydney, Richie y Natalie toman las riendas como los nuevos responsables del futuro del local.
Nuevos dueños, nueva etapa
En un gesto profundamente simbólico, Carmy modifica el acuerdo de sociedad y cede sus derechos de copropiedad. Los nuevos responsables del restaurante son Natalie (Sugar), Richie y Sydney. Esta decisión no solo fortalece su relación con ellos, sino que también muestra su confianza en su capacidad para liderar.
Sydney, que durante mucho tiempo buscó validación y estabilidad, se convierte en la figura central del futuro del restaurante. Pero ella impone una condición: que Richie sea también parte del acuerdo. El vínculo entre ellos, antes tenso, se transforma en un pacto de confianza mutua.
Una confesion reparadora
Uno de los momentos más conmovedores ocurre cuando Carmy finalmente revela que sí asistió al funeral de Mikey, aunque no tuvo el valor de entrar. Esta confesión rompe años de silencio emocional, y provoca una catarsis colectiva entre él, Richie y Natalie. No hay recriminaciones, solo comprensión. Es una escena que funciona como cierre emocional para muchos hilos que la serie venía tejiendo desde su primera temporada.
Sin financiación: ¿Una estrella michelin?
El episodio final empieza justo después de que la financiación de Jimmy lleca a cero. El destino del restaurante aún pende de un hilo. El restaurante necesita ser rentable o conseguir la codiciada estrella Michelin para sobrevivir. Al mismo tiempo, el crecimiento del Beef Window —un concepto más accesible que parece estar funcionando muy bien— ofrece una vía alterna de expansión.
En las últimas escenas, un cliente misterioso lanza un comentario que sugiere que la estrella Michelin podría estar más cerca de lo que todos creen. Una puerta abierta a una nueva etapa que podría resolverse en la temporada 5.