Dirigida por James Mangold, A Complete Unknown es el esperado biopic sobre Bob Dylan protagonizado por Timothée Chalamet. La película se centra en los cuatro años cruciales de su vida, desde su llegada a Nueva York a principios de los sesenta hasta el legendario concierto del Festival de Folk de Newport, en el que el músico tocó la guitarra eléctrica por primera vez.
Hablamos con James Mangold sobre la película, la historia de Bob Dylan y su primer encuentro con el cantante.
Por Roberto Croci
¿Cómo fue ese encuentro con Bob Dylan por primera vez?
Me preguntó qué película quería hacer y se la describí como ‘la historia de un momento en la vida de un joven músico, asfixiado por el aburrimiento del lugar donde creció, que lo deja todo para irse a Nueva York, y abandona todo lo que conoce’. En esta nueva vida, se reinventa, hace nuevos amigos, crea una nueva comunidad, y luego, cuando se da cuenta de que la fama y el éxito empiezan a asfixiarle, vuelve a dejarlo todo y se marcha.
Cuando vi a Bob Dylan sonreír tras contarle la película, supe que iba por buen camino y que esa era la historia que había que contar. Luego llegó el COVID, Bob tuvo que interrumpir su gira Never Ending Tour y me pidió que le enviara el guion para leerlo. Fue entonces cuando empezamos a hablar. Nos reunimos a solas varias veces durante medio día, hablando y bebiendo café. Para mí fue una gran oportunidad para descubrir cosas que no había podido ver en los libros que se han escrito sobre él.
¿En qué clase de América se formó Bob Dylan?
La película explora el periodo comprendido entre 1961 y 1965, y cómo despegó su carrera. De músico de sesión a compositor comprometido, activista, amante de los Beatles e innovador musical. Habla de la comunidad folk de Greenwich Village y del boicot que sufrieron Pete Seeger, Dave Van Ronk o Paul Clayton por parte del macartismo, ya que identificaba la música folk como subversiva y ‘de izquierdas’. El Newport Folk Festival abrió muchas puertas al género folk, sobre todo después de que Bob Dylan sorprendiera al público al estrenar un nuevo sonido de rock and roll con una guitarra eléctrica.
¿Te inspiraste en alguna película en particular para escribir el guion?
Quiero que mis películas cuenten algo personal, ya sean El tren de las 3:10, Indiana Jones, Logan, Lobezno o, como en este caso, Bob Dylan. Cabe decir que Dylan ejerció una profunda influencia en su entorno. No solo es su historia, sino también la de un grupo formado por Pete Seeger, Joan Báez y Johnny Cash, y la de un período histórico concreto. Pensé en Dylan como Mozart en Amadeus, de Miloš Forman, mi profesor y mentor durante mis estudios en la Universidad de Columbia, porque Mozart es el centro de la película, pero su talento influye en el rey, en Salieri, en su mujer y en todos los demás, que en comparación con su genio parecen simples mortales.
Así pues, más que un biopic, ¿consideras la película una obra coral?
No quería reducir a Bob Dylan a un personaje simplista, en el que el espectador saque sus conclusiones y comprenda toda su evolución tras un par de horas. Una vez conocido, creo que es imposible conocerle de verdad. Claro, la historia sigue a Bob, pero para entender quién es, me interesaba más comprender su influencia en los demás. Y también las que otros ejercían en él. Todos los personajes que aparecen en la película fueron decisivos para su crecimiento y contribuyeron, en distintos aspectos, a dar forma a Bob… Como hombre y como músico.
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