Elvira Lindo y Daniela Fejerman hablan sobre su película ‘Alguien que cuide de mí’

Elvira Lindo y Daniela Féjerman

Por Begoña Piña

Daniela Fejerman propuso y convenció a Elvira Lindo de que codirigiese con ella Alguien que cuide de mí, nacida de un relato de la escritora y con la que ahora debuta en la dirección. Es una historia de familia. Tres mujeres de tres generaciones distintas. Abuela (Magüi Mira), madre (Emma Suárez) e hija (Aura Garrido), todas ellas actrices. Se quieren, pero entre ellas hay malentendidos, alguna cuenta pendiente y antiguos secretos.

Los ensayos de La gaviota, de Chéjov, en la que participa la más joven, abren la puerta a las directoras y guionistas para hablar de todos los conflictos que el maestro ruso presentaba en aquel texto. El amor, la frustración, el arte, la vocación, la fama, los celos, la vanidad, la muerte… están presentes en esta historia, en la que la vida de estas mujeres se completa con la de los personajes masculinos, interpretados por Pedro Mari Sánchez, Víctor Clavijo y Francesc Bosch.

Elvira Lindo y Daniela Fejerman apuestan por un relato de personajes, desde el que reivindican las diferentes formas de maternidad y, sobre todo, a las mujeres de su propia generación, “esas mujeres que optaron por la libertad con tanto sacrificio, con esa especie de temeridad y sin parecerse a sus madres. Mujeres que tienen cerca de 60 o 70 años y que realmente inventaron algo”.

Alguien que cuide de mi

Esta película nace de un relato de Elvira Lindo y la idea de la codirección surgió mientras trabajaban en el guion, ¿cómo fue ese proceso?

Daniela Fejerman: Surgió como un paso más del trabajo que estábamos haciendo. Cuando estábamos escribiendo hablábamos del universo en que se mueven los personajes, nos íbamos a Madrid Río y recorríamos los lugares, hablábamos de los escenarios, de cómo tenían que ser las casas de la película, de cómo debían moverse y sentir los personajes. Y llegó un momento en que no tenía sentido que Elvira desapareciera. Esa historia la estábamos contando las dos.

Elvira Lindo: Fue idea de Daniela. Ahora parece natural haber llegado a una colaboración, pero para algo así, a alguien se le tuvo que ocurrir y fue a Daniela, no fue a mí.

“Una historia de viejos malentendidos familiares”, han escrito de su película. ¿Por qué contar una historia así? ¿A dónde nos llevan las cuentas pendientes con la gente de nuestro entorno?

Elvira Lindo: La historia nos permite hablar de la maternidad. Ahora se habla mucho de la maternidad, pero generalmente se hace desde el presente de mujeres muy jóvenes, y, en nuestro caso, se trata de ver la maternidad a lo largo de la vida, que es una cosa diferente y que parece algo olvidado. La juventud siempre coloca el relato en lo que a ellas o ellos les está pasando, pero se es madre toda la vida, de muy diferentes maneras y el hecho de que existan varias generaciones en la película pone el acento en eso, ¿qué ocurre a lo largo de la vida?

Daniel Fejerman: Para vertebrar el relato también fue muy importante el secreto de esta familia. Y sí, estos secretos que se arrastran son importantes, porque en un momento hay cosas que no se hablan y después ya no encuentras la manera de decirlo. Aquí es una cosa que determinó la vida de la madre y hace que la hija tenga que replantearse quién es su madre. Todas conocemos estas situaciones de algo no contado que se va haciendo bola.

Elvira Lindo: Es la oveja negra de la familia la que provoca que pasen cosas, que la hija y la abuela se planteen cómo tienen que observar la vida, a lo mejor juzgándola menos duramente. Y nos gusta repetir, hay hombres en la película y son muy importantes en la historia.

Sí, pero sobre todo son tres generaciones de mujeres, ¿les interesaba explorar ese vínculo femenino?

Elvira Lindo: Hay una cosa importante en las tres generaciones, la de Emma Suárez, que es la nuestra, mujeres que eran jóvenes en los 80, provocó una ruptura, ya no querían ser como sus madres. Es una ruptura muy dramática, a pesar de que existe ese vínculo femenino de unas generaciones a otras, aquí hay una diferencia generacional muy grande.

Daniela Fejerman: Es una generación de mujeres que vivió el final del franquismo y quiso romper con la vida de sus madres.

Elvira Lindo: Ahí está Magüi Mira que representa la formalidad en el teatro, la mujer que puede ser excéntrica, pero ha hecho lo que tenía que hacer. Y Emma rompe con todo eso.

Daniel Fejerman: Y no lo hace como se pensaba que se tenía que hacer, tampoco como madre, no hace lo que se espera de una madre.

Son actrices, ¿eso qué facilitaba, qué les permitía contar?

Elvira Lindo: Nos permitía estar en un mundo cerrado, en el que todos se conocen, aunque no fueran familia.

Daniela Fejerman: Al ser actores es gente que está siempre expuesta a la mirada de otros y, por tanto, muy pendiente del reconocimiento. Es inevitable que se comparen y a la vez sean muy hacia fuera y muy vulnerables.

La obra de Chéjov, La gaviota, habla del amor, la frustración, el arte, la vocación, la fama, los celos, la muerte, la vanidad… que son los temas de los que hablan ustedes en esta película.

Elvira Lindo: Se fue creando una especie de espejo entre la obra que habíamos elegido para que estuvieran ensayando, La gaviota, y nuestra historia. Las obras de Chéjov se sitúan en un momento muy concreto de la historia de Rusia, pero tratan, sobre todo, de seres humanos.

Haciendo esta película, ¿han reflexionado sobre lo poco que sabemos a veces de las personas a las que queremos?

Daniela Fejerman: Sí, y también que en las familias se adjudican roles y de pronto hay cosas que no caben en el rol asignado. Y eso lleva a que haya zonas ciegas en una hija para una madre, en una madre para una hija…

Elvira Lindo: Además, con muy poco que digamos tenemos la posibilidad de ser muy crueles. Lo que sí conocemos mucho es la vulnerabilidad, los puntos débiles de las personas con las que convivimos…. Y con muy poco que digas estás diciendo mucho. En toda discusión hay un comentario que se repite siempre, que reprocha. Los reproches están hechos siempre de lo mismo.

Daniela Fejerman: Nadie puede hacer tanto daño como lo que te dice tu madre.

La historia de Emma Suárez y Pedro Mari Sánchez es especial, ¿hay amores y parejas diferentes a las convencionales? Y en el fondo, ¿no es todo una cuestión de confianza y complicidad?

Elvira Lindo: Sí. La hija, el personaje más joven, cree que es absolutamente moderna y que está al día, pero cuando se trata de juzgar a su madre lo hace severamente y sin entenderla. Yo creo que hay mujeres a cierta edad que, dada la incomprensión que han sentido por parte en su pareja masculina, a lo mejor han encontrado más consuelo y más amor en otra pareja masculina…

Daniela Fejerman: …O femenina.

Elvira Lindo O femenina, sí. Encuentras a veces más amor en una relación amorosa, aunque esta no sea exactamente sexual… Aunque en el caso de los personajes, tampoco sabemos…

El personaje de Emma Suárez es el de una mujer de su generación, ¿creen que es una generación de mujeres que no ha estado reconocida como merecía?

Daniela Fejerman: Totalmente. Ayer estaba con una autora de teatro, Paloma Pedrero, de nuestra generación también, y ella me decía: “Cuando yo tenía 30 años, admiraba a los autores mayores. Yo peleé para que Ana Diosdado tuviera una calle… y noto que ahora no pasa”.

Elvira Lindo: Hay un desconocimiento, yo creo, pero también pienso que los jóvenes siempre han llegado para dar una patada a lo anterior. Para ellos lo que importa es lo que están viviendo y descubren cada cosa en la que están, descubren ahora el feminismo, cualquier cosa… A veces hay mucha ignorancia de lo que ya sabían las generaciones anteriores. Si ves a esas mujeres que optaron por la libertad con tanto sacrificio, con esa especie de temeridad y sin parecerse a sus madres, mujeres que hoy tienen cerca de 60 o 70 años, que realmente inventaron algo… Me parece que estas historias están menos contadas.

Daniela Fejerman: Es la generación a criticar.

Elvira Lindo: Sí, porque ahora, por ejemplo, se habla de las madres de los 80 como si hubiéramos sido un poco desnaturalizadas. Había un aire muy diferente y muy libre.

Alguien que cuide de mi

Todas las mujeres de la historia han tenido problemas de conciliación. En los 80 ustedes eran ‘madres desnaturalizadas’ y ahora las madres jóvenes son profesionales que no pueden conciliar…

Daniela Fejerman: Sí, incluso hay un reproche a la generación de la abuela.

Elvira Lindo: Creo que el análisis psicológico de toda esa situación de alguna manera ha generado muchos sentimientos que no tenía la generación, por ejemplo, del personaje de la actriz mayor. La vida era así y no te provocaba culpabilidad. Todo el lenguaje maternal estaba descargado de culpabilidad, pero luego vinieron los análisis psicológicos y cargó de culpa cualquier relación maternal.

La importancia de los referentes también en eso. Y hablando de referentes femeninos, ¿qué responsabilidad sienten hoy ustedes como referentes de mujeres jóvenes?

Elvira Lindo: Yo creo que tenemos que sentir esto colaborando, ayudando a la gente más joven, poniendo a disposición lo que sabemos. Por otro lado, en cuanto a la invisibilidad y las mujeres olvidadas, me gusta repetir que no hay solo que irse a las que están muertas, sino que hay gente de otras edades que está haciendo cosas y sigue invisible.

Daniela Fejerman: Lo entiendo mucho, como Elvira, desde el sentido de ayudar. Yo hago mucha asesoría de guion y me encanta trabajar con gente más joven.

Elvira Lindo: Y también animar a las personas más jóvenes a que sean libres creando, porque las modas son muy corrosivas. En ese aspecto, la libertad es el mejor consejo, crea tu propio universo, no te dejes llevar por los temas que se llevan.

Parece que, de alguna forma, querían recuperar géneros olvidados del escenario, como la revista y el cabaret canalla, ¿es así?

Elvira Lindo: Sí. Se han tratado como géneros menores, pero tienen que existir. A los actores les gustan mucho. Es absurdo que estemos respetando la música popular, el reggaeton sonando en cualquier sitio, y no lo hagamos con los distintos géneros de la interpretación.

Daniela Fejerman: De hecho el personaje de Pedro Mari Sánchez está acomplejado de haberse dedicado a esto en lugar de al teatro serio que hizo en un momento en su juventud.

¿Se identifican más con alguna de las mujeres de su película?

Elvira Lindo: Creo que yo sería una mezcla de los dos personajes que interpretan Emma Suárez y Pedro Mari Sánchez. Ella, por lo libre que ha sido; y él, por esa generosidad de cuidar a otra persona.

Fotos: Pablo Cuadra y Juan Naharro Gimenez (Getty Images)

Alguien que cuide de mi (poster)

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