Bruna Cusí dice que está contenta. En junio estrena dos películas: además de El fantástico caso del Golem, por la que nos responde al teléfono, tiene Upon Entry (en cines 16 de junio); participará en la adaptación al teatro de la novela El día del Watusi para el Festival Grec de Barcelona; y está aprendiendo a conducir para un proyecto cercano.
Por María Sanz
En el Festival de Málaga estrenaste tres películas, ¿estás en un buen momento?
Sí, creo que sí. Ya sabes cómo va esto. Hay momentos de más silencio y momentos de más ruido. Estos dos últimos años he trabajado bastante continuo y ahora se están viendo los frutos. Y atreviéndote a decir que no. No tiene que dar miedo. Decir que no a veces es más importante que decir que sí. Y es más difícil. Yo estoy aprendiendo a decirlo. También muchas veces tienes que decir que sí, por factores de necesidad económica. Es aprender a cuidarse con estas cosas. A veces he dicho que no, arriesgándome a no tener trabajo.
¿Qué tenía El fantástico caso del Golem para que dijeras sí?
Juan y Nando son amigos míos desde hace muchos años porque empezamos a trabajar juntos haciendo sketches en el barrio, en Barcelona, con los Venga Monjas. Con ellos llevo haciendo toda una carrera de comedia. En todos los proyectos, siempre me dan un papel y yo soy fiel a ellos porque me parecen unos directores con mucho talento, muy frescos, muy libres en el tipo de propuestas que hacen.
¿Y qué ha pasado con tu personaje, Clara? La han definido como trepa.
Pienso que es una chica que se está buscando su lugar en un entorno laboral que suele estar liderado por hombres, como la vida misma. Que alguien lo pueda resumir como trepa me parece no entender el contexto. En la película, todos los personajes son bastante peleles y ella, en realidad, es la más sensata y la más lista de todos. Encima, les ayuda amorosamente y, claro, hay un momento que también mira por el bien de sí misma. Básicamente, es retratar un tipo de contextos en el que, a veces, como mujeres nos encontramos en situaciones laborales donde tienes que defender tu lugar igualitario.
Seguimos en este punto en el que, si una mujer toma la iniciativa, mal. Si lo hace un hombre, bien.
Exacto. Y creo que es un problema que retrata bastante bien esta situación. De hecho, con Juan y Nando hablábamos de Mad Men, de Peggy Olson, el personaje que interpreta Elisabeth Moss. También estaba la secretaria de The Office. Me dieron algunos referentes que también me sirvieron: mujeres muy trabajadoras, que parecen discretas, pero que, al final, toman las riendas de su vida.
A Elena, tu personaje en Upon Entry, ¿tratan también de humillarla por defender sus derechos?
Pero es otro tipo de situación. De hecho, en el caso de la pareja de Upon Entry, el personaje de Elena, por ser europea, parte de un lugar de más privilegio que el personaje de Alberto [Ammann]. La humillación no está tan basada en ser hombre o mujer, sino que quien sufre más es quien viene de países más pobres.
¿Cómo trabajaste tu personaje?
Hicimos un trabajo con Alberto de antecedentes de esa relación para generar el vínculo de pareja, que después durante el interrogatorio se va desmontando poco a poco. Partía mucho de esto y luego de una imagen que yo me hice de Elena porque hay muchas amigas mías que podrían ser ella. Con la danza, estuve unos cuantos meses formándome como bailarina. Después, está basado mucho en lo que le sucede, en la escucha y en cómo reacciona a las cosas con esto que te decía del privilegio europeo: a ella no le da miedo estar hablando con un policía.
¿Y la confianza en pareja dónde queda? Una pareja por muy sólida que sea, ¿puede resistir una envestida como la que viven Diego y Elena?
Yo creo que sí. Yo, si fuera ella, abogaría por hablar y por reforzar la relación, pero es verdad que no todas las parejas están preparadas para ello. También yo defiendo que a veces la sinceridad es un sincericidio. No hay que saberlo todo de tu pareja. El personaje de Diego está construido desde el miedo que tiene de vivir, de decir la verdad. Por miedo a hacer daño al otro o por miedo a decir la verdad, escondes ciertas cosas. Es uno de los temas que gira alrededor de la película y con el final, cada uno tenemos ideas distintas de cómo nos gustaría que fuera el después para estos personajes.
Fotos: Juan Naharro Gimenez (Getty Images)
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