Daniela Rubio habla sobre ‘¡Vaya vacaciones!’, la nueva película de Víctor García León

Daniela Rubio ¡Vaya vacaciones!

Por María Sanz

La biografía de Daniela Rubio (Madrid, 2007) se escribe en futuro, si pensamos que tiene 15 años y que lo que le queda por delante todavía es mucho. También en el condicional con el que enumera todo lo que le gustaría conseguir. No puede faltar el pasado de un currículum que ya le ha dado para cumplir algún que otro sueño y para trabajar con directores como Gracia Querejeta o Daniel Sánchez Arévalo.

Daniela Rubio lleva trabajando la mitad de su vida. Y todas sus interpretaciones se benefician de su dedicación y la naturalidad de la que intenta impregnarlas. “Me leo el guion, entiendo el personaje, lo intento crear desde dentro y luego sale, fluye”. Así dicho, suena fácil. Ponerlo en práctica es ya más complejo, si tenemos en cuenta que la actriz lo aplica a cualquier personaje: ya sean amables y luminosos; u oscuros y en un contexto de tensión, como la mayoría de los que ha protagonizado hasta la fecha.

De hecho, es imposible hablar de Daniela sin que se nos venga a la cabeza Adèle, el papel con el que convivió durante casi un año mientras rodaba las tres temporadas de El Internado: Las Cumbres (estreno de la tercera temporada el 7 de abril en Prime Video). Su personaje sufre por lo que ya arrastra de serie y, a lo largo de la trama, se endurece por las situaciones extremas a las que se va enfrentando.

“Los personajes oscuros tienen mucho trabajo detrás porque, por ejemplo, Adèle, siempre lo llevo desde la verdad, pero yo no he pasado por situaciones como las suyas. Así que he tenido que interiorizarla mucho. Y te estoy poniendo el ejemplo de Adèle, que es el más oscuro que he tenido”.

Daniela Rubio ¡Vaya vacaciones!

El más oscuro, sí; pero no el más difícil. Ese honor se lo concede a Luna, el demonio al que encarnó en La influencia (2019), su primera película. “Es difícil porque estaba interpretando a un demonio, sin sentimientos, fría. Yo no me considero para nada así. Tuve que ensayar el tono de voz, que tenía que ser plano. No podía interpretar con la cara, tenía que ser lo más inexpresiva posible”.

Tenía 11 años y con Luna cumplía un sueño. “Yo, de siempre, he querido ser la mala en una película de terror. Pues imagínate que me dijeran: ‘Daniela te han cogido para ser la mala en una peli de terror’. Me encantó”.

Dice que en este rodaje aprendió mucho gracias a sus compañeros, al director, Denis Rovira; y a su personaje, del que asegura que se salía de lo que venía interpretando hasta la fecha: personas un poco más normales.

Porque allá por 2019, Daniela ya tenía escuela. La había adquirido gracias a apariciones en publicidad y a papeles en cortometrajes como Canasta, dirigido por Gracia Querejeta (Invisibles). Es más, si se le pregunta por su primer día de rodaje, no puede evitar volver a este proyecto.

“Me acuerdo de que el primer día estaba un poquito nerviosa. Yo empecé con publicidad, pero uno de mis primeros cortometrajes fue este, y Gracia Querejeta se sentó conmigo en una mesa. Hablamos sobre mi personaje, sobre lo que yo creía, sobre lo que ella pensaba y dejamos las cosas sumamente claras”, recuerda.

“Cuando me puse frente a la cámara dije: ‘Me voy a olvidar de que tengo una cámara, voy a darle vida a este personaje, voy a trabajar con mis compañeros y vamos a hacer de esto una maravilla de cortometraje’”. Y así fue, 17 minutos de una trama creada para celebrar el 20 aniversario del Hemisfèric de la Ciutat de les Arts i les Ciències de Valencia.

“Gracia Querejeta me iba ayudando, me iba dando consejos y fue un día agradable. Me acuerdo de que, al terminar, me puse triste porque quería seguir”.

De momento, seguir ha seguido. Porque a Daniela le continúa gustando lo mismo que le fascinó de la interpretación cuando la descubrió. “Es una manera de poder expresarme y me gusta mucho meterme en pieles que no son mías, me encanta poder darle vida a personajes que no existen y que, yo con mis toques, pueda crear tanto tipo de personalidades”.

Daniela Rubio ¡Vaya vacaciones!

Fue así, viendo cómo una actriz interpretaba a un personaje en una película y encarnaba a otro completamente distinto en otra, como le entró curiosidad por este mundo. “Con el apoyo de mis padres y con vocación, pues me lancé. Sin pensarlo. Dije: ‘Voy a probarlo, voy a intentarlo. Si me gusta, perfecto. Si sale, genial”.

Hablamos de una Daniela de ocho años, que ya se interesaba por el piano, el canto y el baile. También por el dibujo y la escritura. “Todo lo artístico siempre me ha llamado mucho la atención”, reconoce para apuntar que utiliza la creación como una forma de expresarse, especialmente los relatos.

“Tengo tantas ideas en la cabeza que cuando las plasmo en una hoja de papel, me quedo muy a gusto y me encanta crear cosas, nuevas historias”.

Si se le pregunta por la posibilidad de ponerse detrás de las cámaras, responde ilusionada con otra: “¿Te imaginas crear tu propia historia y luego, con suerte, rodarla?”.

Daniela Rubio ¡Vaya vacaciones!

UNA CARRERA CON FUTURO

En su presente, además de la nueva temporada de Las Cumbres, su primera comedia ¡Vaya vacaciones!, de Víctor García León (Selfie, Los europeos), donde interpreta a una adolescente de su edad con Gracia Olayo y Tito Valverde haciendo de sus abuelos.

Al futuro le pide seguir con su trabajo de actriz, que le salgan proyectos. “Pero seguir porque, la verdad, es que me encanta”. Lo dice, a pesar de que a veces le resulta difícil compaginarlo con los estudios. Le gusta la Biología, la Música y le interesa muchísimo la Filosofía. Tiene sus diferencias con las Matemáticas, pero nada que no pueda sobrellevar. Y sí, la interpretación se va a quedar ahí, va a ser su faro, pero quiere centrarse también en alguna carrera que tenga que ver con la mente humana. Le llama la atención la Criminología.

“Es un poco difícil, pero con una organización, responsabilidad, un trabajo constante… marca mucho la diferencia. Al fin y al cabo, si te gusta algo vas a darlo todo por conseguirlo”.

Y en eso está, en sumar personajes como los que ya ha interpretado en series históricas de nuestra televisión (Cuéntame cómo pasó o Acacias 38); o en otras como La Caza: Monteperdido, cuyo éxito le llevó a sumar temporadas. También en seguir aprendiendo en cada rodaje y de intérpretes como Bárbara Lennie, Ana de Armas, Javier Gutiérrez y Joaquin Phoenix, cuyos trabajos suelen fascinarla.

Lo de la fama, de momento, lo lleva con naturalidad. Se siente agradecida por que su trabajo esté gustando. “Me da confianza y que a la gente le guste me hace mucha ilusión porque yo lo que intento con todos los personajes es que ellos empaticen y que estén conmigo en la escena. Que ellos sientan eso hace que haya cumplido mi objetivo”.

Esa misma naturalidad con la que lleva la popularidad es la que aplican en su familia, donde ella es la pionera en el mundo de la interpretación, cuando tratan cuestiones de su trabajo. “Intentamos disfrutar todos de todo. Ellos siempre se alegran mucho de poder ver mis resultados y siempre les voy a tener ahí como un apoyo”. Con “Love del bueno”, el lema en su casa y con el que termina cada post en su perfil de Instagram. En el futuro inmediato, varios proyectos que parecen estar materializándose.

Foto: Susana Martos (Shutterstock) y Carlos Álvarez (Getty Images)

Vaya vacaciones! Poster

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