Entrevista a Kelsey Mann, director de ‘Del Revés 2’: «Quería que esta película hablara de cómo gestionar la ansiedad»

Kelsey Mann

Kelsey Mann es un veterano de Pixar. Suyas son películas como El viaje de Arlo, Onward o Luca y Red, mientras que como director hizo el cortometraje Party Central, que también escribió. En su momento, también quiso dirigir la primera Del revés, pero tuvo que esperar unos años antes de que le ascendieran para ponerse con Del revés 2, su primer largometraje. Aprovechamos nuestra visita a Pixar Animation Studios de Emeryville, California, para quedar con él y con varios profesionales que se ocupan de las distintas fases del proceso de animación.

Por Roberto Croci

¿Crees que los más pequeños pueden entender la complejidad de los temas que trata Del revés 2?

La adolescencia de Riley es algo con lo que muchos de nosotros podemos identificarnos. Tanto si ya las has
pasado, como si estás de lleno en ella, es una fase del crecimiento que deja huella. Es un tema del que debería debatirse más, en parte porque conseguir que los niños hablen a esa edad es realmente difícil. Quería hacer esta película para que la gente que la vea entienda que no está sola, que muchos sentimos lo mismo, que podemos resolver los problemas pidiendo ayuda y consejo.

¿Cuál es la emoción con la que mantienes una relación más intensa?

La ansiedad. Elegí hacer una película sobre la ansiedad porque es algo que todos llevamos dentro, aunque a distintos niveles. He sido una persona ansiosa desde que era adolescente, quería que esta película hablara de cómo controlar la ansiedad. La película nació antes de la pandemia, dada la situación, era muy importante dar un papel destacado a la ansiedad. No creo que la ansiedad pueda desaparecer para siempre, pero a medida que crecemos, podemos aprender a vivir con ella.

Riley tiene 13 años. ¿Qué te dirías a ti mismo a esa edad?

Ojalá hubiera visto una película como esta cuando era adolescente. Me habría sentido menos solo. Fui un niño muy
feliz, despreocupado, sin problemas. De repente me hice adolescente y todo cambió, ¡sin saber por qué! Me exigía
mucho, tenía conflictos internos que no sabía cómo explicar. En cierto modo, aún conservo esos sentimientos. Las
cosas no han cambiado, aunque hoy tienes acceso a mucha información.

Pero el miedo a debatir es el mismo, el miedo a admitir nuestras debilidades. Lo veo en mis hijos y en sus amigos.

Fotos: Kevin Winter (Getty Images)

 

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