Entrevistamos al director y las actrices de ‘El color púrpura’: «Lo que vemos en la película no ha desaparecido»

púrpura

41 años después del libro de Alice Walker,38 desde el estreno de la película de Steven Spielberg y 23 desde la primera adaptación de Broadway, El color púrpura vuelve a la gran pantalla en una nueva versión basada en el musical. Hablamos con el director Blitz Bazawule y las protagonistas Fantasia Barrino, Taraji P. Henson y Danielle Brooks.

Por Simona Carradori

El 18 de diciembre de 1865, la promulgación de la Decimotercera Enmienda a la Constitución abolía oficialmente la esclavitud en EE UU. Un giro legislativo, la viva imagen de una victoria sin precedentes de la comunidad afroamericana privada de su derecho constitucional a la libertad y la autodeterminación. Una fecha que marcó efectivamente el final de una de las páginas más oscuras de la historia del país.

Un gran paso para el hombre, aunque no para la mujer, porque para ella ese 1865 significó simplemente pasar de ser propiedad de un amo opresor que la obligaba a trabajar bajo el azote, a ser propiedad de sus padres, hermanos o maridos. Una esclavitud silenciosa, y a menudo olvidada, repleta de capítulos teñidos de un gran dolor, como el que
protagoniza Celie en El color púrpura. Criada en un entorno de violencia familiar, es separada de su hermana Nettie y obligada a casarse con su próximo verdugo, un maltratador llamado Mister.

Su vida da un vuelco cuando conoce a Shug Avery, una cantante de blues rebelde e independiente, y a Sofia, una
mujer decidida a no dejarse humillar por los hombres. Alice Walker, ganadora del Pulitzer, publicó la novela original en 1982. Sólo tres años más tarde, Steven Spielberg dirigió la adaptación que protagonizaron Margaret Avery, Oprah Winfrey y Whoopi Goldberg, como Celie, su primer papel relevante. Gracias a este personaje, la actriz lanzó su carrera, ganó un Globo de Oro y una nominación al Oscar, una de las 11 que obtuvo la película. 20 años más tarde, El color púrpura se reinventó en Broadway en forma musical, de la mano de Marsha Norman y con LaChanze como protagonista.

En las siguientes temporadas, el papel de Celie ha ido recayendo en varias actrices, entre ellas
Cynthia Erivo, a la que también le sirvió para comenzar una prolífica carrera; y, más recientemente, en Fantasia Barrino, quien ha sido también la elegida para ser el rostro y la voz de esta última adaptación cinematográfica y musical basada en la obra de Broadway de 2005.

Producida por el mismo Spielberg y Oprah Winfrey, la película está dirigida por Blitz Bazawule y cuenta con nombres más populares del cine y la televisión, como Taraji P. Henson (Figuras ocultas) en el papel de Shug Avery; y Danielle Brooks (Orange is The New Black) en el de Sofia. “Soy especialmente sensible a esas historias, con personajes a los que se les acosa por ser quienes son, porque a mí también me pasó”, afirma Fantasia
Barrino, a quien entrevistamos junto a sus compañeras con motivo del estreno de la cinta.

“A Celie la acosa su padre y le ocurren muchas cosas en las que me veo reflejada. Fue fácil encontrar una conexión con ella. Lo difícil fue volver a recordar cosas que creía haber superado”, confesó. “Voy a terapia, pero para prepararme para el papel tuve que dejarla, para que todos esos pensamientos que había aparcado resurgieran y pudiera convertirme en Celie”.

La película aborda temas como la opresión, la emancipación y la autodeterminación a través de la mirada
compasiva hacia una mujer que saca fuerzas para luchar por su identidad y su dignidad. Según Taraji P. Henson, la
historia es de rabiosa actualidad a pesar de estar ambientada en los albores del siglo XX. “Todo el mundo sabe lo que es un trauma. Todo el mundo puede verse reflejado en estos personajes”, opina la actriz. “Es una historia relevante, en parte porque lo que vemos en la película no ha desaparecido, y la gente sigue con la necesidad de recuperarse del trauma”.

De sus palabras se hace eco Danielle Brooks, según la cual la universalidad de la historia de Celie va mucho más allá
de la experiencia de lo exclusivamente femenino o de la comunidad afroamericana. El color púrpura gustará a todo el mundo. “Si tienes corazón, esta historia es para ti. Habla del amor, del perdón, de recomponer los episodios de nuestra vida”, opina la actriz con más bagaje televisivo. “Como seres humanos, son cosas a las que todos tenemos que enfrentarnos. Mientras sea así, esta historia seguirá siendo relevante. No importa el color de tu piel, ni de donde vengas. Todos sabemos qué es el dolor, la pena y el amor. El mensaje es la esperanza de que ahí fuera hay alguien para ayudarte a encontrar tu luz interior”.

Apodado Blitz the Ambassador (El embajador), este cineasta ghanés es también conocido por su faceta de rapero, artista visual y productor musical. Tras su debut con el drama The Burial of Kojo, trabajó junto a Beyoncé en su película musical Black is King. El color púrpura es su primer largometraje producido en EE UU.

¿Cómo te acercaste al libro de Alice Walker y lo combinaste con el musical de Broadway?

La diferencia es que esta vez podemos ponernos en la cabeza de Celie como nunca antes. Volví a las raíces, es decir,
al libro, e intenté comprender sus intenciones. Por ejemplo, las cartas que escribe a los 14 años y que siempre
empiezan con un “Querido Dios”. Me hicieron pensar que, quien pueda hacer eso, debe tener imaginación. Este elemento me dio la libertad de dotar de mucha fantasía a una mujer sureña negra.

¿Cómo fue el trabajo de coreografía y las canciones?

Lo primero fue averiguar cómo adaptar la música de Broadway. Quería que las canciones tuvieran un aire realista, que no parecieran como interpretadas sobre el escenario. Fue el primer gran reto. Para la coreografía conté con Fatima Robinson, una auténtica leyenda que me ayudó a definir los movimientos asociados a las canciones. Nuestra
filosofía era crear una experiencia realista y orgánica.

El libro de Alice Walker ya fue llevado al cine por Spielberg, que es productor en este proyecto. ¿Te dio algún consejo o idea?

Lo primero y más importante que me dijo fue: “Blitz, ahora es tu historia, hazla tuya”. Lo cual supuso el empujón
que necesitaba para tomar decisiones valientes. También porque mi objetivo nunca ha sido el de hacer un remake,
sino una película original basada en una historia ya conocida.

¿Cómo escogiste a tus protagonistas?

Necesitaba un reparto que congeniase bien, en el que todos pudieran aportar sus habilidades. Era importante que las
actrices sacaran cada una lo mejor la una de la otra. Fantasia es una cantante maravillosa, pero esta es la primera vez
que actuaba; Taraji es una gran actriz, pero no había cantado prácticamente nunca; Danielle viene de Broadway.

En resumen, una mezcla de talentos y el objetivo de que se ayudaran mutuamente.

La película arroja luz sobre una esclavitud silenciosa que continuó en los años posteriores a la Decimotercera Enmienda, la de las mujeres, a menudo a sus maridos…

Estamos frente a una historia muy específica, a la vez que universal. La experiencia de Celie no difiere de la de las
mujeres de Ghana, mi país natal, pero tampoco de las de Europa, Asia y así sucesivamente. Son estructuras arraigadas que transforman los grupos sociales en auténticos esclavos. Para mí, esta película nos recuerda que los problemas de violencia de género siguen presentes hoy día y cómo el patriarcado sólo ha traído sufrimiento.

¿Qué mensajes quieres transmitir a la sociedad actual con esta historia?

Creo que El color púrpura recuerda a la sociedad cuánto le queda por hacer. Espero que el público vea un mensaje
de perdón y de responsabilidad, porque el perdón no sirve de nada sin una
admisión de culpa.

¿Crees que es difícil llegar al público masculino con una historia que habla principalmente a las mujeres?

Es una historia sobre un grupo de mujeres negras y, obviamente, ese es el público al que espero llegar. Pero son, sobre todo, los hombres quienes necesitan ver esta película, conocer esta historia. Por la misma razón que debemos enseñarles a respetar el cuerpo femenino. Si no educamos al macho, las mujeres seguirán viviendo en un mundo de depredadores.

Como hombre, ¿te ayudó la historia de Celie a adquirir más conciencia en este sentido?

Yo mismo necesitaba entender qué es el trauma generacional. Entender los comportamientos negativos que heredé
de mi padre y que él heredó de mi abuelo. Es significativa la escena de la cena, con Mister a un lado de la mesa y
su padre al otro. Si no hubieran pasado el trauma, las mujeres habrían tenido vidas más completas.

El personaje de Harpo, en cambio, ofrece un retrato masculino opuesto a todos los demás. ¿Te sientes más cercano a él?

Sí, del todo. Me recuerda que la maldición generacional no es irrompible, que si queremos podemos liberarnos de esas viejas estructuras disfuncionales. Me identifico tanto con Harpo (interpretado por Corey Hawkins) que escribí una canción muy personal sólo para él, llamada Workin. Viene después de la escena en la que Mister (Colman Domingo) le reta a ser un “verdadero hombre”. Él se niega, momento en el que empieza a cambiar. Espero que los jóvenes se vean reflejados en él y se conviertan en mejores hermanos, maridos y hombres.

Fotos: Kayla Oaddams  (Getty Images)

© REPRODUCCIÓN RESERVADA