Carlos Montero, conocido por ser el creador de series de éxito como Física o Química o Elite es el responsable de Respira, el primer drama hospitalario de Netflix. Ambientado en valencia, aborda temas contemporáneos y dilemas éticos en el contexto de la sanidad pública. En esta entrevista, montero nos revela detalles sobre la serie, sus inspiraciones y su proceso de creación. La serie, estrenada el pasado mes de agosto, ya está disponible en la plataforma.
La ficción destaca por centrarse en los desafíos de la sanidad pública y la política, combinando el drama médico con una narrativa profunda y reflexiva. Esta ficción, de ocho capítulos, contrasta la belleza mediterránea de la ciudad de Valencia con la intensidad y la presión del entorno hospitalario. El guion, cuidadosamente elaborado, y el realismo de los decorados prometen llevar a los espectadores a una experiencia inmersiva que no solo entretiene, sino que también invita a la reflexión.
Respira va más allá de un drama médico al uso: defiende el trabajo del personal sanitario de un hospital público y cuenta su entrega, sus frustraciones y sus alegrías. Pero, ante todo, muestra a un equipo que sigue velando por los usuarios, aunque para ello tengan que convocar una huelga sin precedentes.
El Hospital Joaquín Sorolla es más que un mero centro médico público en Valencia; es un recinto donde se salvan vidas a diario. Médicos y residentes trabajan sin descanso en el frenético ambiente de la sala de urgencias, donde las tensiones y emociones exacerban la labor de un equipo que trabaja al límite de sus capacidades. La admisión de una paciente muy importante pondrá de relieve la situación crítica de la sanidad pública y provocará una huelga drástica sin precedentes.
Montero ha trabajado con un reparto diverso y con gran talento, incluyendo nombres reconocidos como Aitana Sánchez-Gijón y jóvenes promesas como Manu Ríos, al que conocemos de la serie Élite.
Por su temática, no solo interesará a los seguidores de dramas médicos, sino que también captará la atención de aquellos interesados en las cuestiones sociales y políticas relacionadas con la actualidad.
¿Cómo definirías esta serie?
La defino como un drama hospitalario rabiosamente contemporáneo. Aunque tiene una estructura clásica, vamos un poquito más allá y transcendemos el género. No solo ofrece el drama y la emoción que esperamos de series ambientadas en hospitales, sino que también plantea cuestiones éticas y morales que sin duda interesarán a los espectadores
¿En qué se diferencia Respira de otros dramas hospitalarios populares?
Aunque compartimos el escenario hospitalario, nuestra serie tiene un fuerte componente político que otras no tienen. Nos inspiramos en series como The Good Wife y The Good Figh, que tienen una mirada política, contemporánea y juguetona. Además, aunque bebemos de muchas fuentes como Anatomía de Grey, Hospital Central, Esto te va a doler, la nuestra tiene una identidad propia.
¿Qué aporta el elemento político?
La inclusión de una figura pública como personaje central aporta una dimensión adicional que enriquece la narrativa y permite explorar temas de salud pública desde una perspectiva única. Tenía muchas ganas de abordar este tema y cuando di con la clave de que el personaje político estuviera enfermo, todo cobró sentido. La política es una parte integral de la narrativa. Los personajes políticos y sus dilemas están profundamente entrelazados con los temas médicos y los conflictos éticos que exploramos en la serie.
¿Qué inspiró la decisión de abordar el tema de las huelgas en el contexto de un hospital público?
Siempre me ha gustado plantear dilemas en mis series. Cuando di con la idea de que para salvar la sanidad pública tal vez habría que dejar morir a algún paciente al ir a una huelga sin servicios mínimos, me pareció un dilema extremadamente potente. Es el tipo de tema que puede generar mil debates entre el público y provocar enfrentamientos entre los personajes de la serie. Fue un motor estupendo para empezar a escribir porque me permitió explorar las complejidades y las tensiones dentro de un sistema, el sanitario, que todos damos por sentado, pero que está constantemente bajo presión.
¿Cómo equilibras la representación realista de las condiciones médicas y la dramatización necesaria para una serie televisiva?
Escribir siempre es una cuestión de equilibrio. Desde el principio, fue muy importante que la serie tuviera una reivindicación y un componente social, pero dentro de una estructura que pueda llegar a mucha gente. Queríamos unos decorados realistas pero estilizados, y esto se aplicó a todos los aspectos de la producción. Queríamos que la serie fuera atractiva y que el público pudiera sumergirse en ella sin sentir que estaba viendo un documental.
¿Cómo os habéis documentado para abordar el derecho de huelga y los dilemas de los sanitarios?
Tuvimos varios asesores médicos que nos ayudaron a dar autenticidad a la serie. Carlos Ruano, coordinador de guion, y el resto de guionistas leímos casi todo lo publicado respecto a nuestra sanidad pública y el momento que está atravesando. Nos aseguramos de entender bien los desafíos a los que se enfrentan los profesionales de la salud y los dilemas éticos que pueden surgir en situaciones de crisis.
¿Cómo fue trabajar con un reparto tan diverso en términos de experiencia y trayectoria?
Ha sido una experiencia maravillosa. Con Aitana Sánchez-Gijón tenía muchísimas ganas de trabajar, y se sumó encantada al proyecto. Blanca Suárez, por su parte, ha hecho un trabajo increíble y creo que va a sorprender mucho en la serie. Hemos tenido una mezcla de actores con mucha experiencia como Ana Rayo, junto con la juventud y el talento de otros como Marwa, Xoan Forneas, Rafa Verdugo, Blanca Martínez…
¿Te posicionas claramente a favor del sistema público de salud?
Sí, claro, me posiciono claramente a favor. Sin embargo, en la serie trato de ser lo menos maniqueo posible. Me gusta entender todas las posturas y defenderlas con ahínco. Creo que ahí es donde todo cobra más interés. Mi escritura casi siempre surge de los dilemas y la complejidad de las situaciones, evitando que todo sea blanco o negro. Entiendo los desafíos a los que se enfrentan los gobiernos con la sanidad pública y he tratado de no hacer un relato simplista.
¿Crees que tendrá buena aceptación internacional?
Ojalá la serie traspase fronteras. Es lo que siempre deseamos, aunque lo importante es que funcione en España. Creo que se puede entender sin problemas en toda Europa y Latinoamérica, porque los desafíos son muy similares a los que estamos viviendo aquí. La premisa principal de hacer una huelga total sin servicios mínimos es lo suficientemente polémica como para dar que hablar, pero nunca sabes lo que luego cala más entre la gente, siempre te sorprende.
¿Es una serie pensada para tener continuidad?
Sí, es una serie pensada para tener más temporadas.
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