En Custodia repartida, la primera serie dirigida por Javier Fesser disponible en Disney+ desde este viernes, Cris (Lorena López) y Diego (Ricard Farré) acaban de separarse de mutuo acuerdo. Su intención es comportarse como unos adultos maduros y responsables y ser amigos por el bien de su hija de 5 años. Pero ninguno de los dos se puede permitir vivir solo y cuidar de ella. Ahí es donde entran los padres, abuelos, canguros, suegros y todo lo que se os ocurra, interpretados por Francesc Orella, Aten Soria, Fernando Sansegundo y Adriana Ozores. Hablamos con todos ellos sobre la difícil decisión de volver al nido y separarse con amor.
¿Qué podéis contarnos de vuestros personajes, pero sobre todo, qué podéis contarnos de vuestra pareja?
Lorena López: Pues yo te voy a hablar de Diego, mi pareja en la ficción. Es un tío cariñoso y me gusta mucho cómo se ocupa de Chloé, nuestra hija, pero también es una persona un poquito cobarde. Es un tío que le cuesta enfrentarse al conflicto y decir las cosas claras porque tiene miedos. Pero, bueno, es una persona también que está intentando hacer las cosas lo mejor que puede.
Ricard Farré: Lo que tiene Diego por Cris es admiración absoluta. Es una tipa súper currante, igual demasiado, que se ha abocado a crecer sin parar y auto demostrarse a ella que vale, pero creo que se lo cree todo el mundo menos ella. Ella quiere más, más, más, y se está perdiendo cosas de la vida que solo pasan una vez, la educación de su hija, pasar más tiempo con la familia… La vida son más cosas que solo el trabajo.
¿Qué visteis en este proyecto? Parece que vamos encontrando nuevas formas de estar en pareja, pero cuando toca separarse….volvemos a los mismos errores.
L.L : Tengo la sensación de que es difícil, es costoso, ellos quieren hacerlo bien y luego la realidad es mucho más difícil porque tienes que lidiar con tus miserias, con las del otro, saber cuál es tu responsabilidad, cuál es la del otro, pero sí creo que se puede conseguir con tiempo y que no hay que precipitarse a que todo tiene que ser ya, sobre todo cuando son dos personas que se han querido y que hay cariño.
R.F : Hay un nuevo inicio, que es de lo que habla de la serie,y no es nada fácil. Lo que antes era un equipo, ahora no lo es. Y está la intención de hacer algo nuevo.
¿Qué creéis que ha sido más difícil para vuestros personajes? ¿Ser padres en esta separación o ser hijos?
R.F: Encontrar el equilibrio cuando vuelves a casa es dificilísimo, te das cuenta de lo que te llega a influir la gente cercana cuando te separas, en mi caso, mis padres me machacan, no hago nada bien. Es que ni separarme me dejan. Es una cosa muy bestia.
L. L: Los míos es que son muy sufridores y eso hace que Cris tenga que sacar su carácter y decir ‘ai mamá, déjame un poquito!’, pero al final, los pobres…todo el mundo aquí lo está haciendo un poco como puede.
R.F: La niña sí que lo pasa peor, pero no nos lo dice. Ella lo que quiere es estar estable, seguir con su rutina, pero los niños, en este sentido, si los cuidas y los respetas. no te piden tanto como algunos mayores.
Hablando de vuestra hija, en la ficción Chloe, ¿Qué tal el trabajo con una actriz tan pequeña como Lucía de Gracia?
L. L: Ha sido espectacular porque es una niña… una pequeña gran actriz. Ha sido mega profesional. No se ha quejado nada, ha acertado siempre, ha sido parte más de la familia. De hecho, es verdad que le hemos hecho un poco de padre y madre también en el rodaje, porque es una niña muy pequeña, ¡Incluso le tropezaba la lengua al hablar!
R.F : Y luego es muy interesante porque ella es una niña seria, por fuera es un poco adulta, pero luego se mete en la escena y es muy profesional. Te mira y ni se inmuta, es muy curioso.
Esta serie es una primera vez para Javier Fesser ¿Cómo ha sido trabajar con él en su primera serie?
L.L: Es un regalo de la vida. Un regalo. Eso es luminoso. Yo creo que la serie es Feser total, ¿no? Es tierna, tiene humor, ternura, te abraza, te impacta, te ríes. Y él es así, y en set es así. O sea, yo veo que es como un niño grande, apasionado, y esa pasión que tiene te la transmite.
R.F: Javi tiene una cosa que creo que es súper mágica y especial, que es su manera de contar las cosas acaba conectando con la gente. Y eso tiene un precio increíble.
L.L: Y está siempre al mismo nivel de todo el mundo, no se pone por encima nunca.
El espectador ya os verá separados, en una etapa difícil, pero hay un bagaje de los personajes que es que os habéis querido de otra forma. ¿Y cómo habéis trabajado para que se vea esa química entre tanto conflicto?
L.L. Javi nos decía, no nos olvidemos que esto era un equipo antes. Sí. Entonces ese equipo ahora tiene que funcionar de otra manera, pero tienen que seguir siendo un equipo, aunque estén separados, p Entonces era muy bonito pensar eso, que nos unía y en la admiración. Los personajes se han apoyado un montón.
R.F: Esto creo que ha sido lo más interesante, ¿no?, de trabajar en el rodaje las contradicciones de cada uno, que es una cosa súper humana, pero que a veces no pensamos ni paramos a decir, hey, ¿Hacia dónde vamos, no?
L.L: Si no llegamos a hacernos esas preguntas, igual hubiéramos ido tirando millas y mira, vas aguantando, que era un poco lo que hacían las generaciones anteriores.
Mucho más que abuelos
Al otro lado de esta custodia repartida están Chloe, la hija de esta pareja, y sus padres y también suegros, un pilar imprescindible de cualquier adulto de mediana edad que quiera conciliar la vida laboral con su familia. En medio de esta tormenta llegan al rescate los personajes de Francesc Orella, Aten Soria, Fernando Sansegundo y Adriana Ozores, que piden un spin-off a gritos.
En Custodia repartida hay una cuestión generacional, sobre lo diferente que es ser padre ahora, que a la vez, convierte en algo muy diferente eso de ser abuelos.
Aten Soria: Claro, es que es un factor muy importante el tema de la conciliación, de la precariedad que viven, del problema de la vivienda…
Adriana Ozores: Y también algo muy básico: uno se ha acostumbrado a que su hijo esté fuera de casa, y de repente, llega una persona adulta con su manera de entender la vida a tu casa, que por mucho que sea tu hijo, todo eso hay que contarlo, claro.
Fernando Sansegundo: Mi personaje, si encuentra algo de alegría en que la hija vuelva a casa, no es que se alegre de la separación, pero sabe encontrarle el lado bueno. Por un lado está encantado de acogerla, pero es cierto que todo se desbarata, y no solo porque ahora nos convertimos en canguros, si no porque cuando parece que nuestros hijos ya estaban felices, resulta que todo eso, no es verdad.
En esta separación que intenta hacerse desde el amor ¿Hay algo de desesperanzador?
Francesc Orella: En este sentido la serie es realista, como la vida misma, y mi personaje ya dice algo premonitorio al principio.
Adriana, tú eres madre, ¿Te has sorprendido reconociendo algo de ti en este personaje?
A. O: Pues sí, en esto de no ser capaz de reconocer al adulto en tu hijo. Eso a veces te pasa y tienes que echar el freno de mano porque a veces te pierdes en aquel niño que fue o aquella niña que fue.
También te puede interesar:
- Crítica ‘Custodia repartida’, la perfección de una imperfecta expareja
- Hablamos con Javier Fesser sobre su primera serie, ‘Custodia repartida’: “Me enamoró el tono de la serie. Es un drama real y profundo, pero a la vez divertidísimo“
© REPRODUCCIÓN RESERVADA