Jesse Eisenberg: «Quería que ‘A Real Pain’ estuviera despojada de la solemnidad de las películas que abordan el Holocausto»

Jesse Eisenberg

Jesse Eisenberg repite como director en A Real Pain para explorar la culpa colectiva. Kieran Culkin (Succession) le acompaña como protagonista.

Por Nando Salvá

“Visita guiada (con almuerzo incluido)”, se leía en el anuncio publicitario que inspiró a Jesse Eisenberg (La red social) a la hora de escribir el guion de A Real Pain, su segunda película como director después de Cuando termines de salvar el mundo. “Al verlo supe que tenía mi historia”, recuerda el actor. “El turismo organizado a escenarios de muerte y tragedias es un fenómeno que me genera opiniones enfrentadas, e inmediatamente pensé en un grupo de turistas judíos estadounidenses que viajan a los campos de exterminio para explorar los horrores de su historia familiar y, entretanto, disfrutan de buenos hoteles, viajes en primera clase y otras de las comodidades que uno espera durante sus vacaciones”.

A Real Pain contempla a dos primos de temperamentos opuestos –David (Eisenberg) es todo orden y disciplina, y Benji (Kieran Culkin) es puro caos–que se reúnen después de muchos años para volar hasta Polonia con el fin de visitar el hogar de infancia de su abuela recién fallecida y visitar algunos escenarios del Holocausto.

A través de su complicada relación, a la vez traza un retrato familiar y ahonda en el trauma colectivo que aquel genocidio generó y sigue generando. Eisenberg la escribió inspirándose en la historia de sus propios antepasados, y en el viaje a Polonia que hizo con su esposa en 2008, durante el que conoció la casa en la que había vivido su tía. “Con ella trato de reflexionar sobre cómo muchas personas, gente como yo, andan por ahí sintiéndose mal por cosas insignificantes cuando sus propios familiares sufrieron la peor atrocidad imaginable”, explica.

“¿Tengo derecho a sentir dolor, o es inapropiado viniendo de alguien tan privilegiado como yo?”. Y para tratar temas así de serios, la película adopta un tono liviano y a ratos oscuramente cómico. “He querido contar una historia que estuviera despojada de la solemnidad que suele detectarse en las películas que abordan el Holocausto, adoptar un lenguaje algo irreverente sin dejar de tratar el asunto con la reverencia que exige”.

A Real Pain es el primer largometraje de ficción que incluye escenas rodadas en el interior del campo de exterminio de Majdanek; es literalmente excepcional que Eisenberg lograra obtener un permiso para entrar en él con su cámara. “La mayoría de quienes quieren rodar allí pretenden convertir el lugar en una réplica de Auschwitz, y llenarla de extras vestidos de nazis que corren mientras disparan sus ametralladoras. Nuestro objetivo, en cambio, era exactamente el contrario: retratar Majdanek tal cual es en la actualidad y, justo igual que intentan hacer los responsables del campo, despertar conciencias acerca de lo que sucedió en lugares como aquel”.

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Fotos: Monica Schipper-Vivien Killilea-Getty Images

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