No es un musical, es el musical. Wicked es la adaptación cinematográfica del éxito de culto de Broadway, inspirado en El mago de Oz. Cynthia Erivo y Ariana Grande, dos iconos de la música, ponen rostro y voz a Elphaba y Glinda; y su director, Jon M. Chu, nos habla de su pasión por esta historia y el género.
Por Roberto Croci
En primer lugar, quiero dejar claro que Wicked no es la historia de Dorothy, sino una precuela de El mago de Oz.
“La historia gira en torno a la amistad entre Elphaba y Glinda”, aclara Jon M. Chu (Crazy Rich Asians, En un barrio de Nueva York) por si aún queda algún despistado en la sala. Se trata de la adaptación cinematográfica, producida por Marc Platt (La La Land, La sirenita), de uno de los musicales más vistos y rentables de la historia de Broadway y otros circuitos teatrales, y este que llega ahora a los cines es el primer capítulo de lo que el propio Chu describe como una celebración cultural dividida en dos partes, la segunda de las cuales está prevista para el otoño de 2025.
Has dicho que esta era la película de tu vida, la única a la que nunca podrías renunciar. ¿Qué es lo que más te atrae de los musicales?
No sabría decir, pero hay algo en las coreografías de danza que me estimula de forma natural. No sé si es sólo el baile, pero creo que los bailarines son artistas increíbles y cada vez que me encuentro con uno, me siento con más energía y creatividad. Me encantan los musicales. Después de mi primera película musical, me dije: “¿Por qué debería hacer otra cosa?”.
¿Cómo creaste tu versión de Oz?
Contábamos con muchas referencias importantes, empezando por el libro original de El mago de Oz y las ilustraciones de Denslow. Existen tantas interpretaciones del mundo de Oz, porque hay muchas versiones, todas diferentes entre sí. El propio Frank Baum, escribió muchos libros sobre Oz. También está el libro de Wicked, por no hablar de su versión musical. Había tanto material que cogimos lo que necesitábamos, aunque el objetivo final era que cada uno pusiera su propio mundo de Oz al servicio del de los demás narradores de este filme, cada uno pensamos en nuestro Oz de la infancia. Y al final, llegamos a la conclusión de que Oz es alegría y felicidad.
Hablemos del reparto. Para Glinda y Elphaba necesitabas a dos intérpretes que también fueran buenas cantantes.
Hicimos una audición a muchas candidatas con talento. Todo el mundo quería formar parte de la película, pero cuando apareció Cynthia Erivo, que al igual que Ariana tuvo que hacer una audición, la vi aparcar el ego y me hechizó. Me interesaba lo joven que podía ser para Elphaba, que es un poco ingenua y no ha perdido todo el optimismo. Nada más entrar, cantó Wizard and I, con una voz tan penetrante y espiritual que se me saltaron las lágrimas.
¿Y Ariana Grande?
Lo intentó cinco veces y cada vez tuvo que superarse. Lo consiguió de forma brillante, me sorprendió. No podía creer que la que tenía delante fuera la misma Ariana Grande que todos conocemos como cantante. Roba el protagonismo.
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