Las diez películas de Mar Coll

Mar Coll

Hablando de cine, de su cine favorito, Mar Coll (Barcelona, 1941) explica que le gustan especialmente las óperas primas, por su imperfección, porque ahí se ven las ganas y la pasión, y la imprevisibilidad lo deja todo a un azar que, por suerte, la hará perfecta. Su ópera prima fue de esas. En Tres días con la familia (2009) mostró su mirada propia, se intuía su alto conocimiento cinematográfico, su buen hacer y saber hacer con los actores, su forma de medir los tiempos y los silencios. Su segundo largometraje, Todos queremos lo mejor para ella (2013) fue una consolidación de todo eso que apuntaba, quizá más controlado, más medido, pero también más perfeccionado para bien, de nuevo demostrando especialmente su mano con sus actrices, con una grandísima Nora Navas. Después saltó a las series, el medio en el que ha trabajado en la última década (Matar al padre, Esto no es Suecia…), en proyectos que siente igual de suyos y personales.

Por Irene Crespo 

“Es otro formato, cambian cosas, para mí es otro proceso, pero no me lo tomo como un viaje aparte”, nos cuenta. Y precisamente después de Matar al padre y de tener a su hijo, decidió volver al cine y al largo; y, como siempre de la mano de su coguionista Valentina Viso, decidieron adaptar Las madres no, la novela de Katixa Agirre en la que se reflexiona sobre el último tabú de la maternidad: aquellas mujeres que no quieren a sus bebés. Salve María, protagonizada por Laura Weissmahr, es un retrato de ese momento complicado contado a través de los códigos del thriller, de forma “que interpela a cualquiera a confrontar sus miedos, su culpa y monstruosidad”, explica Coll, antes de repasar con nosotros 10 de las películas que más han marcado su vida y su decisión de ser directora.

GREMLINS (JOE DANTE, 1984)

“He estado repasando toda la filmografía de los años 80 con mi hijo y volví a ver esta, me parece una película rarísima, tiene un tono que navega entre la serie b, el terror y el punkismo, me deja anonadada. Es una película que no se parece a ninguna. Y, bueno, no puedo ser más fan de los gremlins malos haciendo el mal, me parecen una genialidad”.

SER O NO SER (ERNST LUBITSCH, 1942)

“Siguiendo con pelis que me marcaron de pequeña… La vi hasta la saciedad, siempre me pareció graciosísima. Podría poner una poner de Billy Wilder también, pero ha tocado Lubitsch… Me encanta esta época de comedias tan bien escritas, tan inteligentes”.

HOLA, ¿ESTÁS SOLA? (ICIAR BOLLAIN, 1995)

“La ópera prima de Iciar Bollain… Seguro que se instauró en mí como referente, como la posibilidad de hacer películas en este país, nunca me proyecté haciendo películas en Hollywood, me vi haciendo películas como esta. Y al ser de una mujer, estoy convencida de que me abrió esa puerta. Descubrir a Candela Peña, me quedé flasheada con esta mujer. Y de nuevo por la edad con la que la vi, me sentí súper identificada, me pareció súper fresca, súper real… el tono, entre comedia y drama, me encanta, la vida misma. Además, me gustan mucho las óperas primas, porque me parece que tienen más trazas de genialidad, son más imperfectas, pero las hacen más particulares, tienen un punto más irregular, son menos previsibles, y luego estás más en control quizá. Como director, sueles volcar mucho de uno, muchas ilusiones, muchas pasiones”.

LA VIDA SOÑADA DE LOS ÁNGELES (ÉRICK ZONCA, 1998)

“Me marcó bastante en la adolescencia. Me parece una película sobre la amistad y la precariedad… Es una de esas que no he vuelto a ver, pero me tocó mucho en aquellos años. Es súper emocionante y súper triste, la vi como 15 veces, fue de las que me llevó a pensar que quería hacer películas”.

BESOS ROBADOS (FRANÇOIS TRUFFAUT, 1968)

“Me encanta la idea, me parece una genialidad, un universo de un personaje que puedas retomar. Volver a ese personaje, Antoine Doinel… Truffaut es importante para mí durante el final de mi adolescencia, pero escojo esta porque retrata de nuevo una época que me interesa”.

EL SUR (VÍCTOR ERICE, 1983)

“La volví a ver por temas de foto para Salve María… Me pareció como la precursora de Aftersun. Me fascina esta especia de coming-of-age. Esta y El espíritu de la colmena son súper atmosféricas, tenían algo tan magnético que, aunque no las entendiera cuando era más pequeña, era imposible no dejarte capturar por algunas escenas, como el baile con el padre.

Y ahora la entendí mucho mejor y todavía me gustó más. Son películas que más allá de la trama o del tema, te atrapan por la atmósfera”.

EL DESENCANTO (JAIME CHÁVARRI, 1976)

“Nos ayudó verla para Salve María, hay un momento que nos metemos en la casa de la supuesta infanticida y me acordé de unos planos de El desencanto, pero no tienen nada que ver. Y me gusta meter un docu en esta lista. Es, además, muy incómoda, muy particular, con unos personajes rotos, hablando a cámara, tiene un halo de nostalgia y pureza. Esa una película que me impresionó mucho en su momento cuando la vi más joven, sobre todo, por los personajes tan rotos y cómo se confrontan delante de la cámara, y lo especiales que son, no se parecen a nadie”.

LA NIÑA SANTA (LUCRECIA MARTEL, 2004)

“Otro referente de mi generación, y para poner más chicas. Me parece un peliculón, cualquiera de las pelis de Lucrecia Martel me parece especialísima, una forma de retratar el despertar sexual muy interesante, te atrapa también por la atmósfera, va más allá del tema, esas miradas, esos planos… Es una película que voy repasando para ver cómo se filma como dios. Es una genia, poco reconocida me parece que está”.

MI VECINO TOTORO (HAYAO MIYAZAKI, 1988)

“Soy de los 80, he crecido con el anime y el manga japonés, soy muy fan del Studio Ghibli, esta es la clásica y con mi hijo la he visto ya varias veces… La podría ver 100 veces. Es una película con una poesía increíble. Una de las mejores sobre la muerte que existe, prefiero Miyazaki a Pixar, que también me gusta, pero Ghibli tiene una poesía increíble y no tiene toda esta lectura moral. La primera vez que la volví a ver, lloré… casi me muero”.

MUJERES AL BORDE DE UN ATAQUE DE NERVIOS (PEDRO ALMODÓVAR, 1988)

“Me parece una obra maestra. También la vería 100 veces. Es un creador originalísimo con un universo y mirada propios, diferente a todos, aunque luego ha creado muchos fans y gente que lo ha copiado. Mira que no soy nada de melodrama, pero me parece un genio. En esta me parece que cada plano es perfecto, a nivel visual, de tono, me encanta cómo los mezcla, me río, hay imágenes inolvidables, me gusta cómo retrata la fragilidad, el arrebato…”.

Fotos: Getty Images

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