Para Michelle Jenner (Barcelona, 1986), el cine está para explorarlo. Tras sus inicios en Los hombres de Paco la hemos visto ponerse en la piel de reinas, sirvientas, magas e incluso personajes de videojuego. Ya sea drama o comedia, no hay proyecto que se le resista, siempre que este le permita descubrir una nueva parte de sí misma.
Por Enid Román Almansa
¿Cómo definirías a tu personaje en Ocho apellidos marroquís?
Es una chica con muchos prejuicios a priori. Es muy cuadriculada, le importan mucho su trabajo y su vida ordenada y, de repente, se ve arrastrada a una aventura de la que no quiere formar parte, y eso le cambia su forma de ver la vida. Las otras dos películas de la saga se centraban en los estereotipos españoles, pero en esta se añaden los marroquís.
¿Da vértigo introducirse en otra cultura desde la comedia?
Creo que la película está hecha con mucho cariño y mucho respeto. Es verdad que hay de todo en todas partes, y esta es una parodia de unos personajes que están muy metidos en su burbuja. Les sacas de ella y de repente están ahí, perdidos. Es una comedia muy políticamente incorrecta que se suma a una saga muy bien acogida por el público.
¿Crees que se ha dado un cambio en el sentido del humor de la gente en los últimos años?
Sí, de hecho tengo compañeros cómicos que lo dicen. Al final, los temas se pueden abordar desde muchos lugares, desde la seriedad absoluta hasta el humor, que creo que es una herramienta fantástica para liberarnos de prejuicios y para abrir la mente. Yo tengo mucho respeto por el humor, me parece que es una herramienta necesaria y fascinante para poder cambiar la manera de ver las cosas.
Nunca te has encasillado en ningún género. ¿Es algo que has hecho conscientemente?
A mí lo que más me gusta de mi trabajo es hacer de todo. Poder hacer el drama más tremendo, la comedia más graciosa, terror, algo más experimental… Me gusta cambiar, hacer algo que se aleje completamente de mí, aprender otras cosas, indagar en mí misma y descubrir cómo llegar a interpretar a un personaje. De hecho, no pasaron ni tres días entre la serie Tú también lo harías, en la que hago un personaje muy oscuro, y Ocho apellidos. Fue el contraste máximo: salir de la oscuridad más absoluta para irme a la comedia. Y eso es lo que me divierte más de mi trabajo. Consciente o inconscientemente, siempre me atraen aquellos proyectos diferentes a los que ya he hecho.
En tu carrera también han sido muy importantes tus trabajos como actriz de doblaje, tanto en el cine como en los videojuegos. Al final, has estado en la vida de la gente no sólo como la cara visible de una producción.
Alguna vez me lo dicen y me alegra, porque amo ponerme detrás del micrófono a oscuras y ser otros personajes. Siempre digo que es otra rama de la interpretación en la que te centras más en la voz e intentas asemejarte lo más posible a una imagen que ya está hecha. Aloy (del videojuego Horizon) me encanta, y eso sí que son horas y horas de trabajo.
Los videojuegos también tienen historias interesantes.
¡Sí! ¡Muchas veces es como el cine! Por ejemplo, en Horizon, la historia es espectacular y hay momentos en los que te emocionas. Me parece que hay joyas en ese mundo. Yo he sido muy jugona desde pequeña y lo disfruto mucho.
Siempre se dice de Los hombres de Paco e Isabel que supusieron un punto de inflexión en tu carrera. Pero, para ti, ¿qué personajes te han marcado?
Escoger uno solo es imposible. Los hombres de Paco fue mi primer gran papel a nivel nacional y, con la edad que tenía, fue mi gran escuela al trabajar con Juan Diego, Adriana Ozores y Paco Tous y, además, tocamos muchos géneros: drama, comedia, musical, acción… Isabel también lo disfruté muchísimo porque la interpreté desde niña hasta su fallecimiento. Luego, de los últimos que he hecho, el de Tú también lo harías fue muy especial, porque tenía muchas ganas de explorar un personaje tan oscuro.
Este año te hemos visto en Tú también lo harías, en Bird Box Barcelona, pronto te veremos en Berlín… Estás en un muy buen momento. ¿Tienes la vista ya puesta en otros proyectos?
Todavía no puedo decir nada, pero a principios del año que viene empiezo con otro proyecto que también me apetece mucho porque es un género que hacía tiempo que no tocaba. La verdad es que estoy feliz, me siento muy afortunada por poder dedicarme a lo que me gusta y doy gracias siempre por mi trabajo y por poder seguir haciendo lo que hago.
¿Tienes alguna espina clavada de algo que no hayas hecho todavía?
Me gustaría hacer un musical. Por lo que te digo, por cambiar y hacer algo nuevo. Me encantaría hacer una película como El otro lado de la cama. Soy muy fan.
Fotos: Carlos Alvarez y Pablo Cuadra (Getty Images)