Polo Menárguez recupera en El talento los temas que planteó hace un siglo el autor vienés Arthur Schnitzler en La señorita Else, en una nueva adaptación de la novela, coescrita junto a Fernando León de Aranoa, que es también productor. La hipocresía social, el clasismo, el machismo y el abuso de poder a lo largo de una sola noche.
Por Begoña Piña
“Esta es la historia de un desclasamiento, de cómo una chica joven que cree que tiene toda la vida por delante, que tiene todo el talento y todos los medios para llevar a cabo una vida profesional brillante, ante la crisis económica familiar, de repente se da cuenta de que quizás su talento no es suficiente para conseguir sus fines”. Así describe el coguionista y director Polo Menárguez la historia de su nueva película, El talento, adaptación de La señorita Else, la novela de Arthur Schnitzler.
Elsa, interpretada por Ester Expósito, es una prometedora estudiante de violonchelo que acude a la fiesta de aniversario de su amiga Idoia, donde se ha reunido lo más exclusivo de la alta sociedad. Estando allí, recibe una inesperada llamada de su madre y todo en su vida se dará la vuelta. Ahora tendrá que elegir entre su futuro y su dignidad.
En el texto original, la historia sucedía en San Martino di Castrozza, antes de la I Guerra Mundial. En esta ficción, la acción se ha trasladado a la actualidad, a España y Elsa es una espléndida violonchelista. “Esto es una cosa nuestra, no está en la novela que sea chelista. Nosotros le hemos puesto a esta joven Elsa ese talento que es tocar el chelo”. Schnitzler inventaba una situación muy incómoda, la joven pedía dinero a un hombre para saldar las deudas de su padre. El prestamista la exigía para ello que se desnudara ante él. “No queremos en este momento desvelar exactamente qué es lo que le pide ese señor a ella. Es algo aparentemente pequeño, no es algo muy bestia, pero suscita mucha inquietud. Es algo que puede generar el mismo conflicto que hace 100 años generaba lo de la novela”, continúa.
Con Pedro Casablanc, Mirela Balic, Rocío Muñoz Cobo y Juan Pablo Fuentes, entre otros, en el reparto, El talento es un relato de una sola noche y todo sucede a lo largo de una fiesta. “Se cuenta cómo una chica joven entra con todo el futuro por delante y todos los medios a su disposición a una fiesta y en una noche sufre un fuerte desclasamiento”.
Con dirección de foto de José Martín Rosete, la película es “cine psicológico”. La joven protagonista ve cómo todo su mundo se desmorona y empieza a dudar de todo y de todos. “Es una especie de baile de máscaras donde todo el mundo se va a quitar la careta y donde se van descubriendo cosas. Y el espectador va con la protagonista”, explica Menárguez.
Y ello con un ritmo que va creciendo en tensión. “La fiesta cada vez se va a volver más desenfrenada y más alocada y eso hace que se convierta en una especie de pesadilla. La historia tiene algo de angustia, de la buena, de la que te atrapa, y cada escena es más intensa que la anterior, hasta que explota”.
“La fiesta empieza con un banquete, donde hay cierta extraña sensación de que algo está mal, pero nadie sabe qué”, añade el director, que, con Fernando León de Aranoa, ha creado un personaje principal “que hace mucho más trabajo en las escuchas que en las palabras, porque no habla demasiado. Ella va recibiendo mucho del resto, que sí que habla, y hay momentos brillantes de bastante diálogo. Pero es curioso porque lo recibimos a través de ella”.
A medida que avanza esa noche se van revelando los temas de esta historia. “Es un retrato de la alta sociedad, de la clase adinerada, donde los chicos jóvenes se creen con el poder de todo y ni se les pasa por la cabeza que no van a lograr lo que quieren porque han crecido con todo. Creo que hay un retrato bastante bestia. Hay muchas escenas corales con el grupo de amigos, algunas van a ser un poco desagradables en el sentido de ese retrato de clase alta con su cinismo, con su prepotencia”. En la película también se deja ver “el machismo, por supuesto.El abuso de poder, la impunidad del hombre poderoso”, temas todos ellos que ya estaban en la novela, una obra de hace 100 años, “cuando no se hablaba tanto de esto”.
El talento será también un filme sobre “la dignidad de la mujer y sobre cómo la mujer se puede usar como moneda de cambio”, dice el director que subraya la importancia, muy especial, de la música. Con banda sonora de Carla F. Benedicto, “tiene también mucha música licenciada, con derechos, y mucha pieza de chelo. El instrumento tiene una importancia crucial, porque al final es el talento de Elsa con el chelo lo que está en juego”.
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