Ariane Labed ya apuntó en 2019 por dónde quería ir en su recorrido como directora. En el cortometraje Olla firmó un alegato feminista muy especial y ahora, cinco años después, se reafirma en su intención de indagar en el mundo femenino desde un cine que se aparta de lo convencional. Septiembre dice, adaptación de la novela Hermanas (Periférica), de Daisy Johnson, es un ejercicio de denuncia social, de indagación en las relaciones familiares, a menudo complejas, y sobre todo en el hecho de ser mujer en estos días, además de un retrato de la vida siempre acompañada “de las ausencias”. “Quería hablar de la dificultad de vivir en el mundo tal y como es en este momento. Y en este caso, a través de dos chicas jóvenes, dos adolescentes, que se enfrentan a la violencia diaria y contemporánea”, dice Labed, que ha contado con las jóvenes actrices, debutantes, Mia Tharia y Pascale Kann para los papeles principales. Rakhee Thakrar las acompaña en el papel de la madre.
AMOR INCONDICIONAL
Julio y Septiembre son dos hermanas inseparables. Una es ingenua e introvertida, mientras que la otra es dominante y temeraria. Tras un episodio de violencia en el colegio, se refugian con su madre en una casa de vacaciones en Irlanda.
Allí, la temerosa Julio comenzará a liberarse de los lazos con su hermana, siempre poniendo a prueba su lealtad, y las tensiones crecerán en la familia. “Me interesaba hablar del amor incondicional dentro de la familia, donde estas personas que tienen un poder beneficioso también pueden tener un efecto devastador. Entonces, cuando aceptamos la protección de alguien, también aceptamos su dominación a pesar de todo”, explica la directora y guionista, que confiesa la dificultad de colocar su película, entre el drama y el suspense, dentro de un género concreto.
“No tenía en mente la idea de hacer una película de género, aunque la novela en que se basa es una novela gótica, pero para mí eso es prácticamente anecdótico. Creo que me interesaba, sobre todo, hacer palpable todo lo que es irreal, la ausencia, esos entornos con los que vivimos todos los días. El problema de esta película es que realmente no podemos hablar de fantasmas tal cual, aunque todos vivimos con la ausencia”, aclara.
Con la película “quería ser ambiciosa cinematográficamente”, confiesa Labed, que arriesga en la narrativa formal de esta historia, creando un ambiente extraño, por momentos, excesivo, con el que busca “hablar de temas que asustan para poder afrontarlos”.
VIOLENCIA CONTRA LA MUJER
Septiembre dice es también una película sobre las violencias hacia las mujeres, con la que Labed, cofundadora del Colectivo 50/50 que persigue la igualdad en el cine, denuncia las constantes agresiones del patriarcado.
Ello es evidente en esta ficción, pero la cineasta quiere subrayar que es algo que sucede también en el mundo del cine. “Todavía hay muchísima discriminación por todas partes. Las cosas están mejor que antes, hay más directoras, pero falta mucho, se necesita el punto de vista femenino. Y, por supuesto, en el cine hay también mucha violencia sexista”, dice Ariane Labed, una mujer cineasta que tiene que soportar aún hoy que las reseñas y críticas de su película tras su paso por diferentes festivales arranquen casi siempre mencionando que ella es la pareja sentimental del director Yorgos Lanthimos.
Con esta película, la cineasta quiere corregir, al menos un poco, la dominante presencia de la mirada masculina en el cine. “Yo también soy actriz y conozco la violencia y la mirada del director sobre nosotras –afirma–. Y las imágenes que nos piden representar sobre las mujeres es totalmente desastrosa para la sociedad, por eso creo en la importancia de dar espacio, de dar la palabra a las mujeres. Es necesario para poder fabricar una imagen diferente, una representación distinta de las mujeres que, en mi opinión, serviría para evitar la opresión de esa belleza impuesta que es muy violenta”.
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