La noticia del polémico aislamiento por Covid de unos adolescentes en un hotel mientras visitaban Mallorca es la excusa para la nueva comedia de Paco Caballero, Viaje de fin de curso. Yolanda Ramos es la disparatada profesora que acompaña al reparto coral y juvenil, encabezado por Claudia Roset y Berta Castañé, en una aventura que ninguno piensa dar por perdida.
¿Qué quieres contarnos con este encierro que acaba en fiesta?
Este grupo de adolescentes está a punto de tomar la decisión más difícil de su vida, qué harán cuándo acaben el instituto, y no van a dejar que les quiten lo que les queda antes de hacerse mayores. Para los chicos de esa edad la pandemia fue muy compleja.
El detonante es una noticia real. ¿Siempre tuviste claro que era una comedia?
Me hizo relativa gracia. Es irónico que unos chavales que van a pasárselo genial de repente tengan que quedarse en la habitación. Para el que lo vive es un drama, pero nosotros vimos comedia. Llevaba un tiempo queriendo hacer algo de fiesta rollo Proyect X y lo teníamos delante. Pero también tiene un tono nostálgico de cierre de etapa.
¿Qué tal eso de juntar a Yolanda Ramos con un montón de adolescentes?
A los chavales les metí en un encierro y me los llevé a un hotel a que vivieran la experiencia y se conocieran. Yolanda no vino, si no todavía seguiríamos ahí. Le apetecía mucho estar rodeada de jóvenes y en el rodaje se morían de risa con sus cosas. En el casting quería alejarme de lo típico y encontrar jóvenes cercanos. Claudia Roset, por ejemplo, empezó a buscar un mechero en el bolso. En 15 minutos tenía la sala llena de mierda, esa era la esencia.
Vienes de unos años de adentrarte en el mundo adolescente después de dirigir la serie Invisible, ¿te ha ayudado ese trabajo previo a explorar su universo?
Te contaré un secreto. Hay un grupo concreto en la película, que está inspirado en Forocoches, indagamos mucho ahí. Invisible me ayudó a entender la adolescencia, pero cuando Sofía Fábregas me la propuso, me dijo que no conocía un director más adolescente que yo. Yo me siento ahí todavía, no quiero hablar de madurez, es una cuestión de la forma de disfrutar de las cosas, a mí me marcó mucho y para bien la adolescencia.
En la película hay unos interludios de uno de esos programas de televisión en el que se critica a esa generación, ¿pero crees tendríamos que aprender más de ellos?
La peli no quiere molestar, pero va a molestar. Esto no ocurrió sólo en la tele, hubo una culpabilización extrema y los adolescentes de ahora son un ejemplo de trabajo y madurez, fueron los primeros en salir a limpiar en la DANA.
Se habla de la generación de cristal y deberíamos homenajearles, mirarles e interesarnos por su mundo. Aunque es un clásico, recordemos que en Footloose, del 84, quieren prohibirles bailar.
¿Te quedan ganas de trabajar con actores jóvenes?
Se me ha quitado el miedo. Desde Invisible lo que ya no quiero es trabajar con mayores.
Fotos: Getty Images
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