En 1950, el director japonés Akira Kurosawa estrenaba Rashōmon, una obra maestra que no solo lo catapultó a la fama internacional, sino que transformó para siempre el lenguaje narrativo del cine. A 75 años de su estreno, este filme sigue siendo objeto de estudio, homenaje y reflexión, tanto por su impacto estético como por la profunda pregunta que plantea: ¿podemos confiar en nuestra propia versión de los hechos?
Ambientada en el Japón feudal, Rashōmon narra el asesinato de un samurái desde cuatro perspectivas diferentes: la del supuesto asesino, la esposa de la víctima, el propio difunto (a través de un médium) y un testigo casual. Cada relato contradice al anterior, mostrando cómo la percepción, la memoria y el interés personal distorsionan la verdad. Esta estructura narrativa, entonces novedosa, fue tan influyente que dio origen a una expresión hoy universal en crítica cinematográfica y cultural: el efecto Rashomon.
Para Kurosawa, Rashōmon marcó un antes y un después. Si bien ya era un cineasta con experiencia, este filme lo posicionó como una figura central en el cine mundial, ganando el León de Oro en el Festival de Venecia (1951) y el Óscar honorífico a la mejor película extranjera. Pero más allá de los premios, su mayor legado fue demostrar que la verdad absoluta no existe en la narrativa: solo versiones parciales, profundamente humanas.
El efecto Rashomon en el cine: 8 películas que heredaron su estructura narrativa
Desde su estreno, Rashōmon ha inspirado a generaciones de cineastas. El llamado “efecto Rashomon” —la representación de un mismo hecho a través de distintos puntos de vista, todos subjetivos y verosímiles— ha sido retomado en innumerables ocasiones. A continuación, una lista de 8 películas que reinterpretan o adoptan esta estructura: